Genoveva Martínez
Simey Olvera, diputada por el PRD, pidió exhortar al gobernador del estado para que, a través de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y de la Secretaría de Desarrollo Social, fortalezca las políticas públicas dirigidas al sector campesino, específicamente a quienes trabajan como jornaleros, quienes siguen laborando en condiciones vulnerables, con jornadas extremas, sin seguro social o prestación alguna.
Y es que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Hidalgo se concentra el 2.6 por ciento de todos los trabajadores agrícolas del país. Esto quiere decir que, del total de la población ocupada del estado, el 11.6 por ciento está en el sector agrícola, 44 por ciento son trabajadores agrestes de apoyo, ya sea llamados peones o jornaleros.
La legisladora apuntó que el promedio de escolaridad de este sector de la población es de primaria incompleta; de cada 100 trabajadores agrícolas mayores de 15 años, 13 no saben leer y escribir; 24 hablan una lengua indígena; 66 son remunerados por la actividad que realizan y 34 no reciben ningún ingreso.
Tan sólo 17 de cada 100 agricultores cuentan con acceso al servicio de salud; y generalmente perciben en promedio 18.5 pesos por hora laboral.
«Estas estadísticas denotan que hay un gran porcentaje de trabajadores que requieren ser escuchados, como es el caso de las mujeres que trabajan en el campo, quienes se colocan en una posición de vulnerabilidad en un ambiente hostil», concluyó.
