Pocas realidades sociales resultan tan complejas como la de Argentina, país que alguna vez fue de “primer mundo” y que ha vivido aquejado por dictaduras militares y gobiernos que lo han empobrecido y han causado espeluznantes tasas de desempleo e inflación.
Javier Milei, economista de ultraderecha y de un ultracapitalismo que pretende reducir al Estado a su mínima expresión, ganó con una ventaja abrumadora en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en un proceso donde el voto fue transversal, es decir, hubo diversas fuerzas y sectores sociales que se sumaron a su propuesta y que dieron un golpe en la mesa al presidente Alberto Fernández y a su contrincante, el ministro de economía Sergio Massa.
Milei recuerda, de manera inversamente proporcional, al Papa de los 33 días de pontificado Giovanni Paoli, que de tanto cacarear que iba a cambiar la realidad terminó sus días de manera funesta; cuestión que es nítida en Milei, que todavía no pisa la Casa Rosada y ya tiene los problemas de ser mini minoría en el congreso argentino, por lo que sus deseos y proyectos económicos ya se encuentran abortados antes de iniciar una aventura política más en la historia de Argentina.
Dejémoslo claro: parece que los argentinos sólo son triunfadores en el futbol. En cuestiones de ejercicio de gobierno, el peronismo/justicialismo ha resultado tan nefasto como los gobiernos de la derecha argentina, y qué decir de su pasado dictatorial, al grado que, de haber sido un proveedor mundial de carne y cereales, hoy tiene una deuda externa que trasciende a varias generaciones; y si de inflación se trata, cuestión que Milei pretende controlar con la dolarización de la economía, hoy galopa en más del 100%.
El contrapeso político de la conformación del congreso argentino que no le favorece a Milei ya perfila el primer gran muro para cualquiera de las medidas que intente emprender, por lo que no existe horizonte viable para el ultraderechista más que rendir culto a Estados Unidos y al Fondo Monetario Internacional para vivir de dinero prestado, de lo contrario habrá de sucumbir su esplendor político en el primer año de gobierno.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.