Estas últimas semanas nos han podido demostrar que esa efervescencia en la población argentina que provocó la personalidad y capacidad mediática de Milei, la cual lo llevó a salir victorioso en las elecciones del año pasado, se ha desvanecido enormemente ante las impopulares reformas que ha hecho su gobierno.
Sin duda, los sectores más afectados desde que entró al poder la administración Milei han sido el de salud, así como el de la educación, este último mayormente perjudicado en el nivel superior, provocando que más de 50 universidades se encuentren bajo protesta por el presupuesto que se les otorga.
Desde que Milei comenzó su mandato puso en marcha la maquinaria neoliberal y comenzó a reducir las funciones que debe cumplir el Estado argentino, estas políticas y reformas se encargaron de cerrar ministerios bajo el argumento de que la iniciativa privada debe regular el funcionamiento de esos sectores, tales como la educación, el sector salud o la cultura. Todas estas medidas no hubieran sido posibles sin el gran financiamiento que recibió Milei durante su campaña aunado a la gran estrategia mediática que realizó; esta última tuvo un profundo impacto en la sociedad, la cual acarreaba consigo una fuerte desconfianza en gobiernos de cortes más moderados en discurso como el de su anterior presidente, Alberto Fernández, el cual dejó al país en la miseria.
En este sentido, el discurso de Javier Milei que conquistó a la mayoría de la población no ha podido contener a la enorme multitud que se ha levantado en protesta a partir de la reducción del presupuesto de las universidades. Hay que destacar que en realidad el presupuesto para las universidades es el mismo que el de 2023, el problema es que este no fue ajustado a la inflación que ha sufrido el país en 2024, por lo que ahora dicho presupuesto sólo cubre la tercera parte de lo que cubría hace tan sólo un año.
Sobre este orden de ideas, hace algunos meses muchas universidades en Argentina se declararon en estado de emergencia, las becas estudiantiles se suprimieron por completo, el salario de los profesores es una miseria y muchos planteles han tenido que eliminar las clases vespertinas debido a que no pueden pagar los gastos de electricidad. Todo esto, lógicamente, llevó a la manifestación masiva de estudiantes, trabajadores y movimientos feministas, entre otros, en favor de la educación.
Sin embargo, aún con todas estas movilizaciones, el gobierno de Javier Milei ha eliminado cualquier clase de canal de diálogo con los manifestantes bajo el argumento de que ellos buscan gestar un golpe de Estado. Este hermetismo es un factor preocupante ya que históricamente el silencio de las autoridades busca reprimir el ruido que hace el descontento de la población.
La figura de Milei es incómoda dentro del escenario internacional sobre todo porque puede inspirar el ascenso de personajes de su mismo corte en partidos nuevos o que atraviesen por reestructuraciones, por lo que es necesario que prestemos especial atención a los partidos que están atravesando situaciones de esta índole, porque podrían adaptar el discurso de la extrema derecha a la que pertenece Milei al caso de la sociedad mexicana.
Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.