Esta mañana, como ha ocurrido en los últimos días, decenas de personas extranjeras se dieron cita muy temprano en las oficinas de la representación en Hidalgo del Instituto Nacional de Migración (INM), ubicadas en la ciudad de Pachuca.
Tras la toma de protesta de Donald Trump, quien ha emitido múltiples amenazas y nuevas disposiciones legales en contra de la migración, personas en condición de movilidad expresaron su temor de que la situación se torne más complicada en el vecino país del norte. Sin embargo, algunos permanecen firmes en su propósito de llegar y alcanzar el “sueño americano”, conscientes de los desafíos que enfrentarán en el camino.
Las personas que llegan a esta dependencia son originarias de diversos países. Algunos, de nacionalidad cubana, comentaron a Effetá su deseo de permanecer en México, específicamente en Pachuca, que consideran un lugar agradable y lleno de gente amable.
Relataron que la salida de su isla natal fue más sencilla para algunos que para otros. Mientras unos lograron llegar en avión a Nicaragua y después cruzaron Centroamérica por tierra, otros vivieron viajes más peligrosos. Una joven narró que salió en balsa y estuvo perdida cinco días en el mar, sin agua ni comida, junto a otras personas, logrando sobrevivir y llegar a tierra azteca.
Sin embargo, su travesía no terminó ahí. Muchos aseguraron haber sido víctimas de extorsión tanto por parte de civiles como de autoridades mexicanas, quienes les exigieron sobornos para permitirles continuar su camino.
Pese a las dificultades, lograron llegar a Pachuca. Algunos llevan viviendo en esta ciudad capital entre cinco y diez meses, mientras que otros apenas arribaron hace unos días. Se han instalado en colonias como Nueva Francisco I. Madero y Plutarco Elías Calles, donde afirman que, aunque no les gusta compartir muchos detalles sobre su vida, han logrado salir adelante.
Por su parte, trabajadores de la representación del INM aseguraron no poder proporcionar datos sobre la cantidad de personas atendidas diariamente ni otro tipo de información, ya que todo se maneja desde oficinas centrales.
Ellos únicamente actúan como enlace con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), a la que envían la documentación de los migrantes para que se les asigne una cita y puedan exponer su situación. Es dicha dependencia la encargada de autorizar o no su estadía legal en el país.
No obstante, reconocieron que el flujo de personas solicitando atención se ha incrementado significativamente en los últimos días.