¿Es un hecho que México es el patio trasero de Estados Unidos? Esta es la pregunta que muchos mexicanos nos hacemos después de que, dos días antes de que se venciera el plazo, la comitiva que encabezó Marcelo Ebrard, lograra negociar en Washington con Donald Trump que no se aplicara el 5% de aranceles a los productos mexicanos, lo que cual significó salir del más complicado escollo al que se haya enfrentado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a seis meses de gobernar.
El acierto de la diplomacia mexicana
Por supuesto que anular casi al límite esa decisión del presidente del país más poderoso del mundo es una decisión que reconocerle a la diplomacia mexicana, que hoy tiene a la cabeza a quien hasta hace poco era perseguido y criticado cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México, cuando padeció por el tema de la línea 12 de Metro.
Son varios puntos los que todavía no son del conocimiento del común de los mexicanos y que no sabemos si en un tiempo corto o largo llegaremos a saber. Eso es lo que desde ahora nos debe inquietar, más allá de las afinidades que tengamos, o no, con el gobierno federal morenista, dadas las recalcitrantes actitudes de los seguidores de López Obrador, que ante la manifestación de cualquier idea diferente a la suya, la respuesta inmediata es la agresión.
¿Y la Guardia Nacional? Cuidando a los vecinos, gracias
Y es que, por ejemplo, saber que 6 mil elementos de la naciente Guardia Nacional (GN) están ya apostados en nuestra frontera sur para evitar el paso de migrantes centroamericanos que van camino a Estados Unidos, nos hace dudar de cuando se dijo que este cuerpo de elite era creado para devolver la tranquilidad a los mexicanos agobiados en diferentes partes del territorio nacional debido a la inseguridad y que no se convertiría en una policía migratoria, como ya le llama Felipe Calderón.
Es decir, la GN ya no combatirá el robo de combustible en Puebla o en Hidalgo, ni el tráfico de drogas en Guerrero o en Tamaulipas, por ejemplo; se va a dedicar a perseguir a los cientos o miles de mujeres y hombres que, de países como Honduras, sobre todo, van en busca del sueño americano.
Esta decisión se traduce en entender que resulta mucho más importante la seguridad de los gringos que su presidente ve amenazada, que la de los millones de mexicanos que habíamos visto a la Guardia Nacional como una nueva opción en los esfuerzos de este gobierno y de los inmediatos anteriores para contrarrestar el clima de inseguridad que cada vez es más grave e incontrolable.
No es menos preocupante la obligación que ahora tiene México de “aguantar” dentro del territorio nacional a los miles de migrantes que han iniciado su trámite ante las autoridades estadounidenses para su ingreso legal a ese país, pero que mientras ello se resuelve –periodo que puede tardar semanas o meses-, nada mejor que permanecer en suelo mexicano.
¿Qué será de los migrantes centroamericanos?
Complicado, ¿no? ¿En qué van a trabajar?, ¿quién les va a dar de comer?, ¿de qué van a vivir? No debemos olvidar que, en la mayoría de los casos, no son mujeres y hombres solos, sino familias completas. Ah, y en tres meses el gobierno de EU nos evaluará para saber qué trato nos sigue dando. Parece difícil aceptarlo, pero el dicho aquel de que México es el patio trasero de Estado Unidos, es real. Y ahora más que nunca.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega pero… Entre Nos.
Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.