Metadatos del gobierno de Julio Menchaca

Es evidente que la realidad social en Hidalgo no podrá ser cambiada de la noche a la mañana, pero también es evidente que Menchaca Salazar ha desplegado una administración sobria y cercana a la ciudadanía, tratando de brindar mayores programas de bienestar social y entendiendo las carencias sociales.

En el 2018, el hastío social de una ciudadanía marginada por la política del antiguo régimen, en la pobreza y la desesperación, dio su voto a Andrés Manuel López Obrador. Desde ese momento se empezó a construir la narrativa de las fuerzas de la derecha de un México destruido y devastado por el populismo mesiánico de izquierda, de un país agónico y con una democracia agónica, en suma: el fin de la libertad.

 

Han transcurrido 6 años y la narrativa del antiguo régimen sobre el gobierno de alternancia de Morena no ha cambiado. Por el contrario, se ha recrudecido y los adjetivos que circundan la escena política para calificar a la izquierda son cada vez más temerarios e insultantes. Quizá en la percepción de estrategia política de que, a mayor descalificación, mayor erosión política de Morena.

 

Julio Menchaca ascendió hace dos años con un gobierno de alternancia política que ha tenido que remar, precisamente, con la narrativa y las acciones de obstrucción política de las fuerzas del antiguo régimen. Estas fuerzas políticas parecen no cansarse en los cometidos de golpeteo político, como lo han implicado las manifestaciones de los trabajadores del Poder Judicial, así como el paro de labores; acciones que intentan erosionar al gobierno de Hidalgo.

 

Las recientes declaraciones del llamado de Marko Cortés a Claudia Sheinbaum exigiéndole que: “Es momento de que la próxima presidenta de la República escriba su propia historia, una que no esté manchada por los errores del obradorismo. Los ciudadanos anhelan un cambio genuino y no podemos permitir que se perpetúen las mismas dinámicas de la sinrazón, división, muerte y corrupción que hemos sufrido en este sexenio”, hacen pensar que la historia que escribió el PRIAN marcó, sin duda, el esplendor del pueblo de México, que hoy sufre amargamente por una izquierda desorientada y caótica que maneja el destino de la nación. Pero quizá existen otros datos.

 

Hidalgo es uno de los estados con mayor pobreza y rezago social del país. Sin embargo, son los resabios de los manejos administrativos del antiguo régimen los que sobresalen como lastres para la actual administración de Julio Menchaca, que está librando una batalla gubernamental entre la narrativa desgastante de la oposición política y los proyectos de las Rutas de la Transformación dentro de las lógicas del Plan Claudia.

 

En este escenario, con una inversión superior a los 5 mil 400 millones de pesos, el gobierno de Julio Menchaca ha superado las expectativas de su antecesor Omar Fayad. Esta cifra, que se suma a recorridos de comunidades, regiones, pueblos y ciudades de más de 5 mil kilómetros, ponen en entredicho la narrativa demoledora del antiguo régimen de ese México que ha sido destruido por los gobiernos de Morena.

 

Es evidente que la realidad social en Hidalgo no podrá ser cambiada de la noche a la mañana. Pero también es evidente que Menchaca Salazar ha desplegado una administración sobria y cercana a la ciudadanía, tratando de brindar mayores programas de bienestar social y entendiendo las carencias sociales.

 

En este trazo surge la necesidad de reforzar los metadatos del gobierno de Julio Menchaca en el impacto de estabilidad política, y frente a la narrativa y polarización de fuerzas antagónicas que pretende instaurar incertidumbre social desde la oposición. Ello exige una actuación de mayor deliberación política y resonancia social en la procuración de la justicia.

 

De igual manera, es una prioridad política que la bancada de Morena en el Congreso local no caiga en las distorsiones de una legislación proclive a la simulación política como la anterior que lideró Osiris Leines, en la que el déficit de concreción legislativa causó y causa estragos en la administración de Julio Menchaca.

 

El punto de inflexión política en estos momentos para el gobierno de Julio Menchaca transita en ampliar los logros de su gestión con el manejo coordinado entre los poderes públicos y su partido. La oposición ha incrementado la polarización política y su narrativa de terror sobre el manejo gubernamental de Morena y ya moviliza a sus fuerzas para obstruir y deteriorar los metadatos del gobierno de Julio Menchaca.


ARCHIVADO EN:
, , , , , , , ,