Este domingo 5 de junio es el día de la elección de nuevo gobernador que debe suceder a Omar Fayad y, de acuerdo a lo que ha sucedido en los 60 días de campaña, los discursos de los candidatos, a lo que dicen las encuestas serias y al estado de ánimo y sentimientos de mucha gente para con MORENA y con el PRI, se puede afirmar -con esos elementos de juicio-, que MENCHACA va a ganar la elección y que después de 93 años de gobiernos priistas se va a dar LA ALTERNANCIA, porque incluso en el partido tricolor se notan movimientos encaminados a dar la lucha, pero no ya en las urnas sino en los tribunales, en una encarnizada pelea postelectoral.
En esta elección la marca AMLO juega un papel muy importante por todo el arrastre que significa su modo de gobernar y los programas sociales que para miles de familias son la respuesta para vivir, sobre todo en esta hora terrible después de la pandemia.
Incluso, es muy notoria la actitud priista de subrayar y denunciar hechos que buscan sean considerados como delitos electorales y factores que incidan en la elección y, en las últimas horas, denuncias de actos intimidatorios y de amenazas contra priistas con alguna responsabilidad en la elección.
Lo fuerte de parte del PRI parece encaminarse a lo postelectoral y en los tribunales, lo que pudiera hacer luz sobre un panorama no muy favorable para el partido del bulevar Colosio.
La jornada electoral que abre a las ocho de la mañana, seguramente será muy vigilado para evitar actos de violencia y, ya por la tarde-noche, cuando se tengan los datos sobre la votación, veremos si se confirma lo que dicen los datos al inicio de la jornada, con la victoria de Menchaca y el inicio de lucha en tribunales del PRI.
Falta muy poco.
Pero la política es una caja de sorpresas y todo puede pasar.