Inenarrables son la frustración y la desesperanza social frente a una pandemia que no avizora ningún trazo para llegar a su fin. El letargo de la ciencia aplicada a la salud no ha hecho que exista, de manera contundente, una vacuna que pueda terminar con el viacrucis social que le ha arrebatado la vida a miles de personas en todo el mundo y la tragedia se expande con un dolor pocas veces visto en la historia de la humanidad.
Se ha informado que Rusia desarrolló una fármaco-vacuna que debe estar pronto en América Latina, pero debido a la premura con la que se ha realizado ya ha causado suspicacias en las personas y gobiernos, porque no se conocen a profundidad los posibles efectos secundarios del fármaco, por lo que todo asemeja a un laboratorio de conejillos en los que se convertirán los humanos.
Se estima que los medicamentos que se están desarrollando en diversos países de Europa aún se encuentran en una etapa oscura, pues no han sido plenamente probados para dimensionar su efectividad frente al covid-19, virus que no solamente es mortal sino que causa estragos en diferentes órganos del cuerpo humano. Pero ante la muerte y la indefensión que presenta la población mundial, los nuevos fármacos serán la única esperanza.
No existen trazos cronológicos para determinar cuándo terminará la pandemia, lo claro es que 2020 es un año insufrible y perdido en la historia de la humanidad con un saldo de muerte brutal, por lo que ante la desesperanza y las presiones psicosociales, económicas y relacionales, que lo mismo provienen de los dueños del mercado y de las personas comunes, ya comenzamos a ver síntomas de descomposición social, como violencia intrafamiliar, abuso social, incremento de la delincuencia y neurosis colectiva, por lo que el flujo de personas en la calle se ha incrementado y seguramente tendrá un terrible costo social.
Nada indica que la pandemia puede acabar con nuestra especie, pero la desolación y la muerte se afianzarán en este lapidario trayecto hasta encontrar una vacuna que derrote al covid-19.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.