La transición política que se encuentra experimentando el partido Movimiento Ciudadano con el ascenso como líder nacional de Jorge Álvarez Máynez ha entregado una cuota de renovación democrática a un partido que navega con capital político propio, pero, que al igual que las fuerzas del antiguo régimen del PRIAN, sufre el creciente expansionismo y capital político de Morena en la nación.
Máynez ha iniciado una gira a diferentes estados para entregar su postura de renovación de cuadros en MC a nivel nacional, en la búsqueda de una reorientación política del partido que fortalezca sus estructuras de acuerdo a la data dura obtenida en los registros de elecciones pasadas de las que sobresale la del 2 de junio de 2024, donde él fue candidato a la Presidencia de la República.
El capital político de Máynez -que hoy lo tiene en la dirigencia de Movimiento Ciudadano- se incrementó, precisamente, en la elección de ese 2 de junio de la que resultó electa presidenta de México, Claudia Sheinbaum. En esa contienda, el rechazo público a la solicitud de Alejandro Moreno para que declinara en favor de Xóchitl Gálvez no sólo ejemplificó ética política, sino que lo expuso como un actor político democrático y democratizante del sistema político que las fuerzas del antiguo régimen intentaban socavar.
En Hidalgo la fuerza política de MC ha ido en aumento, en específico a partir de la elección del 2 de junio de 2024, donde Adriana Flores, que defeccionó del PRI y arengó a las y los hidalguenses a “sacar a la vieja política”, obtuvo cien mil votos, mismos que le restó en fuerza electoral al PRI y a la oposición a Morena, y Guillermo Peredo, que se posicionó como la imagen de los jóvenes y de los cuadros de jóvenes del partido naranja en el modelo de socialdemocracia.
En este trazo, la correlación de fuerzas en MC a nivel nacional se encuentra experimentando una transformación impulsada por Máynez que habrá de derivar en cambios sustantivos en su fracción hidalguense, donde la renovación de cuadros deberá orientarse hacia los actores políticos, cuyos logros en la interlocución social marquen la fuerza y el capital político que requiere el partido naranja.
En la radiografía de cuadros, Juan Ignacio Samperio y Pablo Gómez han perdurado en la cúpula de la dirigencia de MC, pero hasta ahora los resultados históricos son magros y discretos, así como la concentración de recursos del partido. En ambos casos, su liderazgo, que data con nitidez desde 2018, no ha reflejado el capital político que requiere un partido en renovación democrática y se ha anquilosado en el uso de escaños plurinominales que se alejan de la voluntad ciudadana, lo que refleja la parálisis política que ha sucedido en los partidos del antiguo régimen en la alianza del PRIAN, lujo que no se puede dar Movimiento Ciudadano.
La fuerza política de los emecistas de Hidalgo, Adriana Flores (que por cierto, puede aspirar a contender por la gubernatura en 2028 debido a la apertura de la reforma de alternancia política de género) y Guillermo Peredo, parece ser el antídoto que Máynez se encuentra impulsando para la renovación política de su partido; sin embargo, ambas figuras aún deben sortear los manejos de cúpula que, inclusive, llegaron a infiltrar al partido con fuerzas del Grupo Universidad, al igual como sucedió en Morena Hidalgo.
Los cálculos de la dirigencia nacional de MC, perfilados por Jorge Álvarez Máynez, atienden a que el capital político alcanzado en la elección del 2 de junio de 2024 no se puede diluir en el anquilosamiento y parálisis de cuadros dirigentes, por lo que Hidalgo ya se encuentra en la mira del emecista que desplegará la reorientación y movilidad de sus aspirantes en una nueva conformación de sus fuerzas políticas.