María Luisa Oviedo, excelente profesional del Derecho

Hace un par de días se otorgó el reconocimiento por mérito a la excelencia académica en la Maestría de Derecho Civil y Derecho Procesal Civil a la magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo, María Luisa Oviedo Quezada, mención que anula los cuestionamientos infundados de cierto medio local que pretendió acusarla de ostentarse con un título que no poseía, cuando la realidad es que en reconocimiento a la capacidad e integridad de la magistrada sus colaboradores le otorgaban el título de Maestra porque tenían conocimiento sobre los estudios que había finalizado, pero que como todo trámite administrativo en materia de educación debía esperar unos meses para ser emitidos su título y cédula.

El caso de María Luisa Oviedo Quezada conlleva especial atención por lo que implica: un perfil femenino que ha logrado un crecimiento profesional en consecuencia a su preparación y capacidad, mujer que además es reconocida por su integridad personal.

Las féminas que compiten en la entidad por espacios públicos generalmente tienen dos opciones: prestarse a prácticas machistas que en nada contemplan los méritos, o atravesar un cansado camino entre grillas y bloqueos interminables.

Hemos visto incontables casos que gracias a la agilidad informativa de las redes sociales hacen públicas desde conversaciones hasta denuncias que muestran el pobre perfil de decenas de políticos que ven aminoradas sus inseguridades personales a través del establecimiento de relaciones personales con mujeres que se ven supeditadas a su autoridad laboral.

Estas prácticas añejas y primitivas desaparecerán solamente en la medida que los espacios públicos sean tomados por mujeres con mérito que permitan generar pautas trascendentales desde sus trincheras, tal como el trabajo que encabeza Oviedo Quezada, junto a otras instituciones, sobre la elaboración del protocolo para atender la violencia política contra las mujeres.

La equidad de género aún no se ha logrado al cien por ciento en Hidalgo, pero méritos como el antes mencionado, en combinación con perfiles como los de Sayonara Vargas, Citlali Jaramillo o Jessica Blancas, y las fundadoras que abrieron brecha: Laura Vargas, Paula Hernández y Nuvia Mayorga, lograrán convertir en realidad la participación política activa, sin condicionantes, de las mujeres.