Marcha atrás

Cuando hace unas semanas se anunció la reducción de equipos de la Liga Mexicana para la próxima temporada, el presidente de la Liga, Javier Salinas, dijo que “era una medida necesaria”.

Dos de los cuatro equipos que no jugarían, Puebla y Unión Laguna, eran la segunda opción de sus dueños, que preferían quedarse con Monclova y Yucatán, respectivamente.

Sin embargo se acaba de anunciar que los cuatro sí jugarán en el 2019.

Los Pericos fueron adquiridos por empresarios poblanos y los Bravos de León recibieron apoyo gubernamental.

Sin embargo, el futuro de las otras dos franquicias es todavía incierto. Se rumorea que una de las dos regresará a Veracruz, que es una de las plazas más antiguas de la Liga, y que este año emigró a Nuevo Laredo.

Esto no hace sino demostrar una falta de seriedad, pues ni siquiera están definidas las zonas, y mucho menos el calendario.

Dependiendo del regreso del Águila, había que redefinir las zonas, y los Diablos o los Pericos tendrían que irse al norte.

El experimento de las mini temporadas resultó un fracaso y en el 2019 se jugará una temporada larga, en principio de 110 juegos.

Se espera inaugurar la temporada en el nuevo estadio de los Diablos, y está programado el juego de estrellas en ese nuevo recinto.

Sin embargo, el estadio todavía no ha sido terminado y no queda sino esperar.

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Por: Jorge Carrasco V.

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.






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JOSEANDO - Jorge Carrasco V.

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.