Por regla general, se piensa que los receptores son buenos manejadores. Desde su posición ordenan jugadas defensivas y conocen a los bateadores rivales, lo que los hace candidatos ideales para convertirse en managers; por ello, resulta un tanto sorpresivo que dos de los manejadores que reciben la oportunidad, para la temporada de la Liga Mexicana que debe empezar el 20 de mayo, hayan sido lanzadores: Francisco Campos y Pablo Ortega.
Francisco Campos Machado, nacido el 12 de agosto de 1972 en Guaymas, Sonora, enfrenta un doble desafío, ya que fue toda una leyenda con los Piratas de Campeche, a quienes llevó a su último campeonato en el 2004, donde pasó a la historia como uno de los ganadores de la triple corona de pitcheo.
Campos se retiró luego de llegar a 200 victorias en la Liga Mexicana y fue homenajeado en el Juego de Estrellas, convirtiéndose en un candidato obligatorio para el Salón de la Fama, por lo que no es de extrañar que el equipo de sus amores le dé la alternativa de ser manejador. Es uno de los favoritos de la afición campechana, que seguramente lo cobijará durante su primera experiencia, además de que está consciente de que en los últimos años no ha pasado nada con el equipo.
Mucho más sorpresivo resultó el nombramiento de Pablo Ortega como manejador de los Tecolotes de los Dos Laredos. El lanzador hizo la mayor parte de su carrera con los Tigres y acumuló 161 victorias, entre ellas un juego sin hit ni carrera; pero, a diferencia de Campos, Ortega no fue un ídolo con los Tecolotes y el público juzgará con mayor severidad su trabajo desde el dogout.
¡Suerte a estos dos manejadores, que representan la nueva sangre en la Liga Mexicana!