A últimas fechas han proliferado las cintas acerca de madres que buscan a sus hijos desaparecidos, víctimas de la violencia, pero pocas alcanzan el dramatismo de la multipremiada Sin señas particulares, de Fernanda Valadez.
El espléndido guion de Astrid Rondero y la propia realizadora narra la historia de Magdalena (Mercedes Hernández), una humilde madre guanajuatense, quien acepta estoicamente el anuncio de su hijo Jesús (Juan Jesús Varela), de que se va a trabajar con un amigo a Estados Unidos, pero nunca llegan y sus madres comienzan a buscarlos por todas partes. Una de ellas descubre, descorazonada, la foto de su hijo, ultimado por la delincuencia organizada.
Magdalena se niega a aceptar que su hijo está muerto y emprende una búsqueda desesperada por la peligrosa frontera dominada por el crimen, donde encuentra a Miguel (David Illescas), un joven que acaba de ser deportado y que regresa a su casa, solamente para encontrarla abandonada, debido a la violencia generalizada en la zona.
Se trata del primer largometraje de esta directora, quien había realizado los cortos De este mundo y 400 maletas. Cuenta con el apoyo de un reparto en el que no hay ningún actor famoso, pero que tiene gran frescura y le da mayor verosimilitud al relato, que sorprende por sus inesperados giros de tuerca.
Sin señas particulares obtuvo el premio de la audiencia en el Festival Laceno de Oro, en el de Chipre y Gotham, y es, sin duda, una conmovedora cinta que hay que ver.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
