Los Mariachis de Guadalajara sorprendieron a propios y a extraños el año pasado, cuando como equipo de expansión tuvieron el mejor récord de la Liga y llegaron a la final norteña, siendo eliminados por los campeones Toros.
Se sabía que difícilmente las cosas se repetirían este año, pero ni en los peores escenarios se visualizaban en el sótano, con apenas 33 ganados y 57 perdidos.
Su mánager, Benjamín Gil, se marchó a Estados Unidos y su sustituto fue Sergio Omar Gastélum, quien venía de fracasar con los Sultanes.
Adrián González se retiró; Jesse Castillo y Carlos Mendívil regresaron a sus equipos, y Nick Vázquez no se reportó; sin embargo, la ofensiva se mantuvo con el champion bat del año pasado, Leo Heras, .370, 13 jonrones y 33 carreras producidas; seguido por Luis Sardinas, .359, 16 y 54, y Fernando Pérez, con 24 cuadrangulares y 84 producciones.
El verdadero problema fue el picheo: nadie pudo sustituir a Masaro Nakamura, el mejor pícher del año pasado, y su único brazo confiable fue Matt Tenuta, con 5 ganados por igual número de derrotas y 5.76 en carreras limpias, al igual que Henry Centeno, solo que este con 6.08 de ERA.
Como tampoco consiguieron un cerrador confiable, no es de extrañar su fracaso.
A esto hay que agregar los problemas económicos, que motivaron la huida de cañoneros como David Olmedo.
Al final, el equipo se desmanteló, dándoles oportunidad a muchos novatos y quedando su futuro en suspenso.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
