Se han cumplido los primeros 100 días de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum y los avances programáticos ya develan los alcances de su proyecto de nación.
El escenario reformista de la administración Sheinbaum ya concita avances en materia de seguridad, equidad de género, reforma judicial y el apoyo financiero de macro obras a estados como Hidalgo, que se encuentra en el epicentro de las 16 reformas que hasta ahora se han llevado a cabo, creando un flujo de realizaciones programáticas que ha incrementado la aprobación y popularidad de la presidenta de México.
La relación representantes y representados bosqueja un modelo de proximidad política con la ciudadanía caracterizado por la sencillez de la presidenta Sheinbaum Pardo, la cual mantiene la mesura y discreción del ejercicio público sin caer en las confrontaciones que caracterizaron a la administración del expresidente López Obrador.
La visión de nación de Sheinbaum Pardo, desde el paradigma de una izquierda reformista, está generando un piso firme de apoyo a su fuerza política en Morena, cuyo partido se expande a pasos agigantados en todo el país a través de la operación política de la instauración de comités ciudadanos que lidera Luisa Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán.
Empero, la oposición en un juego de descrédito de suma cero replica con fobia y rabia inaudita cada medida de la presidenta Sheinbaum Pardo, advirtiendo la insuficiencia de sus medidas, olvidando en estas reprimendas, los estragos de la corrupción e impunidad de su antiguo régimen y con precaria -por no decir nula- autoridad moral.
Destaca en este escenario que Sheinbaum Pardo lleva a cabo las directrices de la Teoría de Mandato, de lo que la ciencia política anglosajona denomina “Gobernment by responsable national parties”, donde la relación entre representantes y representados se construye priorizando la información de los problemas contingentes y apremiantes de la ciudadanía y sus aspiraciones inmediatas, que mantiene la estabilidad de expectativas del tejido social mayoritario.
Es evidente que el piso firme de la izquierda morenista se establece invirtiendo la pirámide social: de abajo hacia arriba. Esta condición ha engrosado el vector (magnitud y sentido) de los programas sociales y la asistencia del bienestar, realidad operativa que replican los gobernadores como Julio Menchaca en sus Rutas de la Transformación en Hidalgo.
El enfoque analítico de los primeros cien días de la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum se caracteriza por los avances vertiginosos de las reformas de Estado y del incremento de su capital político como popularidad. Su aprobación está próxima a romper cualquier sondeo de mandatos anteriores, incluido el de López Obrador, sólo rivalizando con la gestión del presidente Lázaro Cárdenas.
En este escenario, sobresale la reconstrucción del sistema político en México, donde la partidocracia del antiguo régimen se encuentra extraviada y avasallada, al punto de un quiebre político histórico de su presencia e interlocución social, donde los representados no se sienten representados por sus partidos.
La Teoría de Mandato indica que un gobierno es tan fuerte como lo es el partido que lo erige, por lo que los rendimientos políticos crecientes de Morena son el epicentro de la operación del Plan Claudia que, a cien días de gobierno, ya avizora la continuidad política en 2030.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.