En un serio pronunciamiento hacia la libertad de prensa y la función mediática en el país, la presidenta Claudia Sheinbaum presentará una iniciativa de fortalecimiento a los medios públicos. Ello, en el marco de la guerra sucia en que ha incurrido la maquinaria mediática que, en su mayoría, controlan las fuerzas del antiguo régimen, sin hacer prevalecer la veracidad de prensa y su plena libertad.
Una sociedad democrática invariablemente condensa una función de libertad de prensa que, con responsabilidad, asume la tarea de enunciar la realidad pública y privada para articular mejores formas de entendimiento, comprensión e interlocución social.
El vertiginoso cambio en las comunicaciones y en específico el rol mediático en Hidalgo han llevado al gobierno de Julio Menchaca hacia la construcción del Estado Digital, el cual no sólo implica la capacidad de operativizar todas las funciones administrativas del ejercicio público hacia la asistencia de la ciudadanía, sino, también, de integrar las nuevas lógicas de los medios de comunicación en la visión crítica de la realidad pública y privada de la sociedad.
En el salto cualitativo de la función mediática en Hidalgo resulta aleccionador y ejemplificador el hecho de que la información pública que trasciende desde la comunicación mediática debe ser crítica y responsable; a grado tal, que la interferencia de fuentes apócrifas o mordaces que se han multiplicado en el uso indebido de redes sociales e, inclusive, en la serie de delitos cibernéticos y ataques de redes de delincuencia cibernética sean contrastados con medios de comunicación de vanguardia a nivel privado como público.
Este escenario exige que el respeto al pluralismo mediático, como ha señalado la presidenta Sheinbaum Pardo, exprese condiciones de crítica de la realidad social y política que no caigan en los subjetivismos de intereses parcelarios a nivel privado y público. Esto impele que la democratización mediática transite por una nueva era de comunicación que empodere al pueblo, ilustre sus contenidos y forme círculos de opinión ciudadana que eleve su cultura política y comprensión de la realidad social.
Invariablemente las Rutas de la Transformación en Hidalgo son un ejemplo de pedagogía política, donde la ciudadanía va interiorizándose de las implicaciones que tiene la asistencia de los programas gubernamentales y su impacto social. Condiciones todas que deben ser cubiertas a nivel mediático con apego al esquema de interpretación que presentan desde las condiciones gubernamentales y su perfectibilidad en los impactos que exige una sociedad como la de Hidalgo.
En este llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum hacia la responsabilidad de la prensa y la comunicación mediática, la libertad y el pluralismo son valores que han quedado manifiestos y que deben refrendar este ejercicio de impacto social, cuyo único propósito es plasmar con veracidad las noticias, reflexiones y análisis que permiten a la ciudadanía tener certidumbre de las condiciones en que se desenvuelve la realidad pública y privada.
Giovanni Sartori advierte que “una cultura pluralista implica una visión del mundo basada en la creencia de la diferencia y no la semejanza, el disenso y no la unanimidad, el cambio y no la inmutabilidad”, valores que comparte el gobernador Julio Menchaca y que ha expresado desde el inicio de su gestión.
En la suma consciente, la cultura mediática del pluralismo ha permitido con independencia precisar la oferta política y pública en Hidalgo, creando difusión comunicacional como las vividas en las Rutas de la Transformación, en los procesos electorales acercando a candidatas y candidatos con la ciudadanía y, particularmente, en este medio con entrevistas y su esquema de prensa libre y comprometida con la ciudadanía de Hidalgo y su transformación.
