Los enigmas del sindicalismo negro

La administración de Jorge Reyes en el Ayuntamiento de Pachuca ha tenido que sortear los enigmas del sindicalismo negro y tratar de poner frenos legales a la serie de tropelías que intentan desequilibrar el buen funcionamiento público.

La naturaleza del sindicalismo negro como arquetipo de poder ciego en México creó un poder paralelo al Estado que -pese a ser manejado en los gobiernos del antiguo régimen- hoy se encuentra maniobrando con estelas de autonomía que pretenden obstruir a la administración pública y concentrar enclaves de poder paralelo y, en ocasiones, dinástico.

 

La administración de Jorge Reyes en el Ayuntamiento de Pachuca ha tenido que sortear los enigmas del sindicalismo negro y tratar de poner frenos legales a la serie de tropelías que intentan desequilibrar el buen funcionamiento público. Todas, condiciones que pese a haber sido expuestas por Reyes Hernández, han sido encubiertas por prácticas  gatopardistas del líder sindical Percy Espinosa y fuerzas de choque, quienes mantienen las lógicas de la clase política del antiguo régimen de eternizarse en el poder.

 

La victimización expuesta por Espinosa Bustamante de “intimidación”, haciendo un llamado a las autoridades del gobierno de Julio Menchaca, queda a título de parodia política y despropósito público porque quien ha tratado de intimidar a la estructura administrativa del ayuntamiento que preside Jorge Reyes, ha sido Percy Espinosa en una estela de sindicalismo negro.

 

Desde hace más de una década, el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Pachuca devela una doble instancia operativa:

 

I. Sindicalismo negro

Estructura vertical de cooptación de los trabajadores del Ayuntamiento de Pachuca que han sido controlados por un poder sindical que no responde ni atiende al sano ejercicio de sus derechos laborales, creando con ello un entramado de control que le permite a su líder omnímodo (absoluto), entrar en negociaciones carentes de razonamiento público y coherencia laboral plena para los trabajadores del ayuntamiento.

 

II. Omnipotencia sindical

Es pertinente admitir que las figuras de los sindicatos que operan como estructura de derecho y reivindicaciones laborales justas son bienvenidas en la dignidad del trabajo. Sin embargo, la omnipotencia sindical que opera en el SUTSMP ha erigido una estructura de choque que no responde a los tiempos de democratización de las estructuras políticas y públicas en Hidalgo, sino a las añejas prácticas de golpeteo del antiguo régimen que creaban grandes mascaradas para encubrir intereses de cúpula de lideres de sindicatos negros y de gobierno.

 

En estos entretelones, la firmeza de la presidenta Claudia Sheinbaum que ha puesto el dedo en la llaga en el Infonavit a nivel nacional denunciando sus actos de corrupción, análogamente se encuentra planteando directrices de reorientación pública para que no se toleren ni permitan prácticas de golpeteo, amedrentamiento ni gatopardistas en las instituciones públicas y el caso concreto del Ayuntamiento de Pachuca no es la excepción.

 

En estricto apego a los usos de la estructura legal, el ayuntamiento del alcalde Jorge Reyes cuenta con todos los instrumentos en apego a derecho para contrarrestar los lastres del comportamiento sindical que intenta obstruir y quebrantar las acciones de la estructura orgánica del Cabildo en beneficio de la ciudadanía.

 

Ha llegado el momento de que el orden institucional no admita presiones que intentan subvertir la ley en el juego de intereses particulares con fachada pública. No se puede trastornar el trabajo público utilizando a la fuerza laboral como grupo de choque y golpeo.

 

Con la misma firmeza que ha caracterizado la serie de denuncias que el alcalde Jorge Reyes Hernández ha expuesto sobre los manejos efectuados por Percy Espinosa, se debe reorientar la dignidad de los trabajadores del Ayuntamiento de Pachuca, que no deben ni pueden responder a los manejos del sindicalismo negro.


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