Redacción
Desde muy temprana hora de este lunes, 1 de mayo, las calles del centro de Pachuca se vieron abarrotadas por miles de agremiados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que provenientes de todos los rincones de Hidalgo se dispusieron a marchar en un contingente que por siete horas no tuvo final.
La ya tradicional marcha por el Día del Trabajo desató el tradicional caos vial por las calles del primer cuadro de la ciudad, y avenidas alternas también lucieron hasta su máxima capacidad. El Tuzobús suspendió el servicio en cuatro estaciones, además, por las actividades que en la plaza Juárez se realizan por el Día del Niño. Dos festejos, un solo caos.
Cientos de automovilistas circulaban a vuelta de rueda mientras que los sentistas, con sus playeras blancas y pantalones de mezclilla, se cubrían los rayos del sol con gorras, sombreros y sombrillas con el logo naranja del SNTE.
Los elementos de tránsito no se daban abasto para dirigir el tráfico que, minuto a minuto, era más pesado; las muestras de desesperación aumentaban conforme el termómetro subía. Los choferes de colectivas hacían hasta lo imposible por librar las largas filas de vehículos y pocos intentos tuvieron éxito.
Al filo de las 4 de la tarde seguían oyéndose algunas consignas de lucha en el centro de la ciudad; el Día del Trabajo estaba por llegar a la parte del descanso, pero quienes no tendrán descanso serán quienes deban recoger los montones de basura que los marchantes fueron dejando a su paso.
