De acuerdo a los resultados obtenidos el reciente domingo 5, en donde el senador con licencia, Julio Menchaca, se alza como el triunfador en la contienda en donde los hidalguenses elegimos a quien habrá de relevar a Omar Fayad, a la entidad por primera vez la habrá de gobernar un partido diferente al Revolucionario Institucional.
“Juntos haremos historia por Hidalgo” con Morena al frente, se impuso por amplio margen a la diputada federal con licencia, Carolina Viggiano, que encabezó la alianza “Va por Hidalgo” conformada por el PRI, PAN y PRD.
A reserva de conocer los resultados oficiales, que darán a conocer las autoridades electorales, es tiempo de analizar lo que ocurrió en esta elección. Es claro que el porcentaje de participación no es muy alentador. Se confirma que la ciudadanía está cada vez más distanciada de los partidos políticos. De todos.
Los números iniciales fueron los siguientes: Menchaca 647,557 votos; Viggiano 328, 414; Francisco Javier 32,549 y Lima 12, 014. De nulos se reportan 29,312. Con una participación ciudadana de alrededor del 47 por ciento.
Vemos una diferencia muy amplia, pero con todo y ello la abanderada del PRI anticipó que impugnará los resultados. A reserva de confirmar veríamos dos motivos: la intervención de AMLO a través de la mañanera descalificando a Carolina y el desmedido gasto en espectaculares, bardas, utilitarios, etc.
A pesar de los resultados, estamos convencidos que Viggiano era la candidata con la que se podía aspirar a darle la batalla al gobierno federal encabezado por López Obrador. Además, no podemos negar que mucho pesó la postura del gobierno estatal priista, que se deslindó absolutamente del trabajo político-partidista. A pesar del silencio del ejecutivo está claro que las huestes oficialistas hoy aportaron cero a la candidata del partido que los llevó al poder hace seis años.
Notamos que mucho contó en el ánimo ciudadano la participación del esposo de la candidata, Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila, quien hoy arrastra una serie de acusaciones que de forma automática le pesaron a Carolina. Bueno, ni Humberto –su hermano- se resistió a atacarlo y descalificar en consecuencia a su cuñada. ¡Con esta familia para qué quiere enemigos!
Está claro que el PRI nacional con Alito al mando vive sus peores momentos. Morena en el gobierno se ha encargado de descubrir los lados más oscuros del ex gobernador campechano. Se ha dicho que es consecuencia de que Alejandro Moreno no le pudo cumplir a AMLO que el tricolor sería su aliado en la fracasada Reforma Eléctrica. Y las consecuencias a la vista a través de Layda Sansores.
En la coordinación de campaña la candidata perdedora pudo dejar ese importante espacio en manos de alguien con mayor experiencia. Más tablas, de mayor identificación con los grupos políticos priistas de la entidad. Marco Mendoza Bustamente, sí incondicional de Caro, inteligente sin duda el también diputado federal, pero con mucho camino por recorrer en la política.
Nadie podrá negar que la victoria morenista en un porcentaje muy alto se debe al presidente de la República, amo y señor absoluto de ese partido y que desde el púlpito presidencial marca a diario el debate nacional. Ello y el dinero que regala a millones de adultos mayores, madres solteras y jóvenes, lo tienen en muy alta estima entre los mexicanos.
Ahora lo interesante es saber qué nos espera a los hidalguenses con Julio Menchaca. Él es un hombre mesurado e inteligente. Con experiencia en el servicio público. A nivel estatal ha participado en los tres poderes. Magistrado presidente del Tribunal de Justicia; director en la Secretaría de Desarrollo Económico y diputado local en la LIX legislatura.
El éxito o el fracaso del próximo gobierno de Hidalgo en mucho depende del equipo de trabajo del que se haga acompañar el próximo gobernador. Mucho se ha dicho –y tal vez no les falte razón- que Julio es un priista vestido de guinda. Bueno, pues es la oportunidad de tomar lo positivo del que fue su partido y sumar –ojalá que también sea lo bueno- de Morena.
Julio Ramón Menchaca Salazar deberá asumir como nuevo gobernador dentro de tres meses. El lunes 5 de septiembre tenemos nuevo gobernador en Hidalgo. No sabemos si también se traiga como segundo de a bordo a alguien que no sea de la entidad. El actual aguantó los seis años y los resultados entregados por el coahuilense Simón Vargas quedan a juicio de los hidalguenses y de su jefe.
Igual que ocurre cada fin de sexenio, el gobernador que termina comienza ya a ser juzgado. Fayad se convierte en el primero que entrega la estafeta a alguien que no es del PRI. Mucho se ha dicho que la postura del gober estaba acordada desde Palacio Nacional. No lo sabemos y serán contados los que puedan asegurarlo. Tal vez a la hora de ver su futuro se despejen algunas incógnitas.
Se ha murmurado que él se va de embajador y las negociaciones alcanzan hasta para Simón Vargas, a quien se le podrá ver como de igual forma en el servicio exterior mexicano. Bueno, hasta destinos se han aventurado de predecir: Omar de embajador a Francia y Vargas al Vaticano. ¿Será? En pocos meses lo sabremos.
Respecto a lo ocurrido el domingo en seis estados, habrá que destacar dos aspectos: uno, que Morena no ganó todo como anticipaban y que por fortuna los hechos violentos y delictivos no se aparecieron ni en Hidalgo ni en las otras cinco entidades y eso debe tenernos tranquilos, que no es lo mismo que contentos porque la inseguridad sigue creciendo en el país.
Es tiempo de la alternancia en Hidalgo. Que sea para bien de todos.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero… Entre nos.
Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.