El panorama de la semana para los Diablos Rojos lucía bastante complicado: venían de cuatro derrotas consecutivas y recibían a los Leones de Yucatán, que marchaban como líderes de la zona sur con siete victorias y una derrota.
Por eso resultó toda una sorpresa que los luciferes sacaran la escoba y barrieran con los Leones en los tres desafíos por 13 a 2, 7 a 4 y 5 a 3.
Hay muchas explicaciones, la primera de ellas es las lesiones, entre ellas la del zurdo Tomás Solís. El manager Willie Romero tuvo que recurrir como abridor en el primer juego a su relevista Francisco Rodríguez, un puesto que no desempeñaba desde 2004 y el velocista fue castigado con home runes de Luis Alfonso García, que tuvo una gran serie contra sus ex, debutando con un cuadrangular con la casa llena, y Ramón Urías.
Uno de sus cañoneros importados, Yunesky Betancourt, no vio acción en la serie por problemas familiares y tuvo que hacer experimentos en la primera base. Esteban Quiroz, su flamante adquisición, ha tenido un flojo arranque.
El que sigue brillando como un sol es el cacao Jesús Valdés, que bateó de hit en todos los juegos. El catcher Humberto Sosa anda debajo de los .200, aunque el importado Yordani Valdespín está rondando la cifra mágica.
Los jardineros nacionales Leo Heras y Juan José Aguilar inician una alineación excelente. Aunque perdió el último, Yoanner Negrín será un ganador constante.
Por otra parte, los recién llegados diablos, Juan Carlos Ureña y Ricardo Valenzuela, contribuyeron a la recuperación escarlata.
Con todo, los Leones son uno de los favoritos de la zona sur y serios candidatos al título. Lástima que ya no los volveremos a ver en la campaña regular.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.