Mientras que más de 50 mil personas llenaron el Estadio Harp Helú para ver la serie entre los Diablos y los Leones de Yucatán, la página de la Liga fue incapaz de dar siquiera los resultados, y no se sabe nada del programa televisivo Pelotero a la bola.
En el juego inaugural más aburrido de los últimos tiempos, los pingos comenzaron su camino al bicampeonato apaleando a los melenudos por 16 carreras a una.
El juego de despedida de Jorge Arturo López, un pitcher que jugó solamente para los Diablos durante 17 temporadas, se convirtió en una especie de telenovela, sin importar que el lanzador zurdo solamente participó en un juego el año pasado y su actividad en los últimos años fue prácticamente nula. Lo único rescatable para el conjunto dirigido por Ramón Santiago, fue un cuadrangular del paracorto debutante Aledmys Díaz. El recién llegado Zach Grotz fue el triunfador y el veterano Odrisamer Despaige el derrotado. La paliza se consolidó en la octava entrada con 10 carreras y Luis Liberato conectó su primer homerun.
Al día siguiente los Leones cobraron ventaja ametrallando al norteamericano Don Straily 16 carreras a 7, con cuadrangulares de Norberto Obeso, Henry Ramos y Art Charles. El triunfo fue para el cubano Yoanner Negrín con un relevo de cuatro ceros.
El juego decisivo fue otra paliza de los escarlatas por 12 a 2 con buen pitcheo de Jay Courtney y cuadrangulares de Ramón Flores y Arístides Aquino.
En teoría los yucatecos son de los equipos que competirán a los Diablos la supremacía sureña, pero no se vieron bien en su primera visita.
Por su parte los pingos resentirán la ausencia de Trevor Bauer y Erik Leal, aunque en cambio reforzaron bien el bullpen.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
