Las novias de Pachuca

“Simplemente, considero que la política es la actuación pública de pasiones privadas”

Carlos Fuentes

 

GÉNESIS MARCELA VÁZQUEZ GONZÁLEZ, primera regidora por el PRI, a pesar de contar con cédula profesional como Licenciada en Derecho por el CENHIES, generación 2014, ha presentado proyectos reglamentarios que reflejan falta de conocimientos legislativos básicos, como las diferencias entre los conceptos jurídicos de abrogar y derogar, con lo que se forja una imagen de obstinación y poca preparación.

Recientemente se ha mostrado como activa participante de un grupo “juvenil” que pretende enquistarse en Pachuca a través de carteras en el comité municipal priista, aunque algunos perfiles como el suyo han destacado, según cuentan, por habilidades sociales más que políticas.

De asistente de una ex regidora pachuqueña ascendió a ser presidenta municipal del ONMPRI Juvenil y regidora por encima de centenares de enlistados con mayor mérito y trayectoria. Este organismo, dicho sea de paso, no posee estructura o trabajo que la hagan merecedora del espacio que hoy ocupa.

Originalmente adscrita al ONMPRI municipal, se marcaba bajo el vínculo de José Francisco Olvera Ruiz, motivo por el cual sorprendió su constante fragua de desplantes y grillas al exgobernador, tal como hoy lo hace con Yolanda Tellería Beltrán.

En varias ocasiones ha intentado salir a vapulear a la alcaldesa en medios de comunicación con poca trascendencia debido a su presencia opaca, a pesar de imitar en todo momento a la muy llamativa Adriana Flores Torres –de quien, por cierto, ya se observa distanciada, parece que la lealtad a su exjefa no duró mucho tiempo-.

 

 

LILIANA VERDE NERI, segunda regidora pachuqueña por el tricolor, tiene dentro de su pequeña trayectoria el antecedente de haber sido tesorera del mismo municipio, es decir, el área más criticada durante la administración de Eleazar García recayó sobre ella.

Ha destacado por sus amplias capacidades sociales, a pesar de su nulo perfil político cada día más evidente, realizando tareas de cabildo con total desconocimiento de procedimientos administrativos.

Como tesorera municipal, Verde Neri estuvo al tanto de la evasión de pagos por impuestos del Club Pachuca, tal vez fue lo que la motivó a defender enérgicamente la postura de que “los Tuzos han dado mucho al estado”.

El año pasado recibió cédula de la Maestría en Ingeniería Económica y Financiera, posiblemente debió centrarse en la culminación de sus estudios para olvidar que dentro de sus funciones estaba estar enterada de los contratos por parquímetros, recaudación y asignación del dinero que ingresaba con trámites como el predial, o también estar totalmente consciente que el Ayuntamiento debía endeudarse para el pago de aguinaldos en diciembre pasado. Muy probablemente por esos usos financieros es recordada por los pachuqueños, motivando que su asiento en asamblea lo decoren anónimamente con signos de pesos.

Actualmente como regidora, Liliana Verde no ha destacado por labor alguna pero eso sí, está en vías de reclutar talentos femeninos juveniles.

Génesis Vázquez y Liliana Verde reciben una remuneración mensual neta de $27,728.00 para desacreditar cualquier propuesta parlamentaria de partidos opuestos al PRI, mientras fuera de micrófono apoyan los trabajos de choque de “El Perro” Pelcastre.

Espacios publicitarios, viáticos, transporte, comidas y cenas en exclusivos locales pachuqueños, juguetes, atención médica, eventos públicos, colchones y despensas son algunas de las muchas inversiones que más sobresalen del dúo de regidoras que evidentemente está buscando recuperar Pachuca a cualquier costo económico. Lo interesante vendría con una investigación fiscal y penal por presumible proselitismo fuera de los tiempos electorales.

 

Sin embargo, a las regidoras se les une otra mujer: Nathalie Zamudio Ubilla, comunicóloga egresada de la UAEH con cédula expedida en 2012, quien busca colocarse como secretaria general del Comité Municipal PRI Pachuca. No cuenta con trayectoria política ni preparación, en su haber se distingue un par de cargos ambiguos que la colocan en escena en 2015; más adelante a través de trabajos sociales sin sostener vínculos fijos con el PRI, que ahora busca representar, hasta 2016.

Actualmente coordinadora de UPADEM A.C., pretende despuntar su trayectoria política junto a sus amigas regidoras, sin éxito pero con un presupuesto bastante holgado que le permite sostener un equipo de trabajo, giras, viáticos, gestiones y demás. ¿De quién obtendrá los recursos?

Hace unos meses el Grupo La Joya, a través de diversos medios, hizo saber a sus adeptos que finalizaban los trabajos políticos que venían realizando desde décadas atrás, lo que mostraba un alivio a los pachuqueños que se habían visto subyugados ante personajes arbitrarios y prepotentes.

Después de medio año, aproximadamente, el extinto Grupo La Joya retomó reuniones esta vez a puerta cerrada y discretamente, al parecer, dispuesto a recuperar el terreno que grupos como el de Génesis, Liliana y Nathalie no han podido arrebatarle, a pesar de las fuertes cantidades económicas desembolsadas.

La reconstrucción del priismo capitalino es un reto monumental, siendo David Hernández Martínez quien se ve más adelantado en la tarea de dirigirlo; lamentablemente las tres aspirantes son piezas decorativas.

Ocupadas en uniformarse para la fotografía mientras, dicen, hacen escala en el Alex Steak, El Jorongo y Todos Contentos, para poder seguir creciendo sus carreras políticas, Pachuca vive inseguridad, falta de empleo, baches, deficiente alumbrado, etcétera.

Nada mal suena una reforma legislativa electoral que permita votar a los diputados plurinominales, así como a regidores y síndicos, dando la potestad ciudadana de elegir a quien los representa ante cualquier órgano, evitando figuras como las antes enlistadas.