En 1948, Roberto Rosellini adaptó la obra teatral de Jean Cocteau, La voz humana, un monólogo de desamor recitado por Anna Magnani, en Amore, un mediometraje que, junto con El milagro, se estrenó en un largometraje titulado Amor, que no se vio en México sino hasta hace poco.
La cinta obtuvo el Listón de Plata a la mejor actriz, por parte del Sindicato de Periodistas Cinematográficos Italianos.
Luego de la aclamada Dolor y gloria, el director manchego Pedro Almodóvar decidió filmar una nueva versión de escasos 30 minutos, que se exhibe actualmente en la Cineteca Nacional.
El primer desafío era encontrar una actriz de la talla de la diva italiana, y la seleccionada fue la londinense ganadora del Óscar, Tilda Swinton, que aquí interpreta a una actriz devastada por el rompimiento con su pareja, tras cuatro años de felicidad.
La mujer encarnada por Swinton compra un hacha, para destruir metafóricamente al hombre amado, a la vez que incendia todas sus posesiones; refleja su fragilidad emocional tomando barbitúricos y finge haber superado el rompimiento, aceptando finalmente al perro de su amante como único vestigio de su relación.
Resulta evidente que era un proyecto acariciado desde hacía tiempo por Almodóvar, quien no dudó en incluir, con pequeños papeles, a sus parientes Agustín, Miguel y Pablo, quienes le dan movilidad a la cinta, que se filmó en un foro y podría parecer claustrofóbica; asimismo, se han modernizado con celulares y muebles diferentes.
The human voice resulta, pues, una curiosidad en la filmografía almodovariana que no hay que perderse.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.