Sin mayores alcances de una reflexión filosófica, ¡la vida no existe! No estoy haciendo una aseveración osada o fuera de lugar: la vida no existe, es una construcción social de un imaginario en el que pretendemos encaramarnos los seres humanos, pero que, en realidad, al igual que la concepción de “futuro” -la cual es una prescripción científica, pero tampoco es una realidad-, la vida no existe, lo que existe son los seres vivos.
El científico chileno Humberto Maturana, creador del concepto de autopoiesis (el cual indica que sólo los seres vivos nos reproducimos a nosotros mismos), analizó con claridad el hecho de que la vida no existe, existen los seres vivos y esto cercena la lógica de la abstracción de infinidad de concepciones sociales con respecto a los imaginarios colectivos y sus anhelos, ideas y deseos.
En este sentido, son los seres vivos quienes tienen una vida, pero el concepto de “vida” es sólo una abstracción que generaliza el facto de la existencia de los seres vivos, cuestión que haría parecer que la vida es independiente de los seres vivos, condición absurda.
En este trazo de lógica científica, Maturana probó que tampoco existe el “futuro”, sino que es una generalización del espacio-tiempo en que nos desenvolvemos los seres humanos como seres vivos; lo que en realidad existe es el presente continuo cambiante en la existencia de los seres vivos, por lo que esta precisión científica del científico rompe el determinismo de las lógicas de la dinámica social que enuncian el futuro como un espacio-tiempo, cuando no lo es.
Si pensamos en nuestro presente continuo cambiante comprenderemos que incluso dormidos no lo dejamos y que nuestra existencia es el continuum de nuestra vida como seres vivos y, por ende, de nuestra unidad nicho ecológico que termina cuando sus elementos dejan de reproducirse.
Humberto Maturana revolucionó las consideraciones de la genética sin ser genetista, lo cual hizo del concepto de autopoiesis una ventana de oportunidad para entender cómo los seres vivos nos reproducimos y cuáles son las variables de nuestra existencia, consideraciones que se han tratado de utilizar en otros campos de la reflexión científica, incluida la teoría de sistemas del alemán Niklas Luhmann, quien invitó a colaborar a Maturana.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
