La vida es una tómbola política

En lo sustantivo, la derecha “reconoce” que el Poder Judicial necesitaba una reforma, pero, claro, no la de López Obrador; mientras que la izquierda ha hecho de la reforma la bandera o estandarte del destierro de la mafia del poder y la epopeya de la soberanía nacional.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

La vida es una tómbola, tom, tom, tómbola. La ínsula política en la que ha quedado la ministra Norma Piña en el Poder Judicial, que asemeja a un naufragio en una isla con dos palmeras, cuatro cocos y rodeada de tiburones, se martiriza en las estelas de la selección de la tómbola del Poder Judicial, que no es el arquetipo de la depuración de una ingeniería electoral sobre este poder en disputa de Morena para desterrar a la más mínima expresión política del antiguo régimen.

 

En los entretelones de crítica política, más allá de la tómbola y después de ella, sobresale el desencuentro de posturas de la derecha y la izquierda mexicana. En lo sustantivo, la derecha reconoceque el Poder Judicial necesitaba una reforma, pero, claro, no la de López Obrador; mientras que la izquierda ha hecho de la reforma la bandera o estandarte del destierro de la mafia del poder y la epopeya de la soberanía nacional.

 

En este trazo, los infaustos acontecimientos en Zempoala y en diferentes puntos cardinales de Hidalgo, que no son hechos aislados,  (no me refiero a los líderes gremiales del magisterio hidalguense que son juez y parte en la escena del control caciquil de maestras y maestros que habitan en Zempoala), sino al hallazgo de tres mujeres privadas de su vida de manera brutal y violenta, apremian los trabajos electorales para generar un Poder Judicial de vanguardia que garantice desde la procuración e impartición de justicia, el equilibrio, armonía, paz y estabilidad social en el país.

 

En este escenario, la lectura de las reglas de la tómbola política realizada por el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, a la hueste de senadoras y senadores, resultó un camino de párvulos o, como diría Cri Cri, el grillito cantor, “caminito de la escuela”; al grado que las reglas fueron leídas en tres ocasiones, mientras Lily Téllez (desde su casa) gritaba en un espacio lúgubre: “no sabe ni leer Fernández llorona”, al paso de que personeros del PRI permitían el cuórum de la sesión. La escena fue dantesca en el Senado, pero a la salida se divisó a varias senadoras y senadores departiendo en conocida taquería de la Ciudad de México, donde la charada de la tómbola se convirtió en risotadas de cantina.

 

En Hidalgo no hubo un solo pronunciamiento de la clase política. La tómbola política pasó desapercibida en el morenismo de Hidalgo, cuando era más que necesario que sus fuerzas políticas hubiesen hecho un pronunciamiento contundente como lo hicieron un mes antes las y los diputados morenistas que aparecieron con el cartón en sus pechos ¡la reforma va!

 

¿A qué se debió la indiferencia de las fuerzas políticas de Morena y el PRIAN-MC+PT/GU en Hidalgo al zafarrancho de la tómbola política en el Senado?

 

Mientras Claudia Sheinbaum, pese a todos los bemoles de ingeniería electoral y leyes secundarias que presenta la reforma al Poder Judicial, tiene claridad que se está jugando el destierro del poder de las oligarquías nativas y sus expresiones partidistas en la escena política, las fuerzas políticas de Hidalgo, tanto  de Morena como de la oposición PRIAN-MC+PT/GU (paradoja de la paradoja, porque por lo menos Marco Mendoza debió haber hecho un pronunciamiento contundente y claro a nueve columnas o a nueve décadas del otrora bastión priista de Hidalgo. Carolina Viggiano debe haber pensado, ¡abusado Marco, abusado!), pero hubo un silencio estremecedor, ni los medios de oposición cavilaron al respecto, ni siquiera una reflexión que intentara tocar el alma de los seguidores de la izquierda o la derecha hidalguense.

 

Este escenario en Hidalgo devela que la despolitización no es sólo de los ciudadanos de a pie, sino, de manera alarmante, de su clase política que prefiere asistir a la Feria de San Francisco y gritar con el potrillo en el palenque que seguir el diálogo reflexivo de la presidenta Sheinbaum Pardo, para bien o para mal.

 

Sí, en definitiva, la vida es una tómbola, tom, tom, tómbola…política.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.