La transparencia que le hace falta a la 4T

La transparencia pública es un principio sustantivo de la democracia, condición que no sólo debe ir creciendo en la administración de Julio Menchaca, sino también en la estructura de combate a la corrupción e impunidad, que fueron los ejes del triunfo de López Obrador y Claudia Sheinbaum.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

Los efectos nocivos que ha impugnado la oposición del antiguo régimen a la 4T, estriban, en gran medida, a que la transparencia como principio de la rendición de cuentas no ha acompañado en las cifras a los datos que tiene el presidente López Obrador.

 

En el pasado informe de actividades del primer año de Julio Menchaca como gobernador de Hidalgo, las cifras de la construcción de las Rutas de la Transformación se acompañaron de un mensaje político que se sostenía en dos anclajes gubernamentales: combate a la corrupción y concreción de la tarea pública.

 

En este trazo, donde la información no puede quedar aislada de la realización, el ataque frontal a la malversación pública que se enfrentó desde las pesquisas a la Estafa Siniestra se condensó en la detención de trece exalcaldes, y la cereza amarga del pastel se presentó con la detención de Eleazar García, que en la reparación” del daño al erario público libró la cárcel, dejando cuestionamientos severos para la administración de justicia del estado.

 

En esta atmósfera, la transparencia pública es un principio sustantivo de la democracia porque el gobierno es público y como admite Pasquino “en público”, condición que debe ir creciendo en la administración de Julio Menchaca porque deben continuar no sólo las pesquisas de la Estafa Siniestra que aún no ha develado el paradero del dinero público desviado, sino también en la estructura de combate a la corrupción e impunidad, que fueron los ejes del triunfo en el ascenso del gobierno de alternancia de López Obrador y que en las propuestas de campaña con Claudia Sheinbaum perfilaron la reestructuración del Poder Judicial.

 

Concretamente en Hidalgo, la presencia del gendarme custodio, Santiago Nieto, dejó un correlato de acciones en la procuración y administración de justicia que marcó un hito en la historia del estado en la materia y, al tiempo, generó estabilidad en el primer año del gobierno de Julio Menchaca, cuestión que a ojos de propios y extraños presenta un espacio vacío en torno al peso sustantivo de la transparencia pública en estos momentos.

 

La transparencia en la gestión pública en el gobierno de Julio Menchaca demanda hacer visibles las acciones del gobierno, encauzar el ¿por qué? y el ¿para qué? de la instauración de los programas sociales, condición que no puede quedar sin una estructura de mecanismos y procedimientos que sean expresados a la ciudadanía.

La serie de señalamientos que hizo la oposición sobre el uso de los recursos de los programas sociales del gobierno de López Obrador, así como hacia la candidata electa Claudia Sheinbaum, han develado que no basta con la visibilidad  de los servidores públicos del 3 de 3 en la declaración patrimonial, situación fiscal y en el conflicto de intereses, sino en hacer públicos los instrumentos y procesos que hacen posible la construcción de las acciones públicas. A contracorriente, en la campaña de Claudia Sheinbaum también se insistió en la exigencia de transparencia a Xóchitl Gálvez y al “cartel inmobiliario” de la oposición.

 

En este trazo de discusión la transparencia se convierte en un valor de la democracia, donde difundir y otorgar visibilidad a las acciones de gobierno. Pero mucho más importante, garantiza que la estructura del poder público presente la visoria ciudadana que impida el despotismo público que aquejó al antiguo régimen y del cual el gobierno de Julio Menchaca debe cuidar como principio de la verdad pública, donde ¡el pueblo es primero!

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.