Uno de los platos fuertes de la LXX Muestra Internacional de Cine, que se exhibe desde del 12 de noviembre en la Cineteca Nacional, es una copia restaurada de una de las películas más controvertidas de la historia del cine mexicano: La sombra del caudillo.
Basada en la célebre novela del escritor Martín Luis Guzmán, fue realizada por Julio Bracho, en 1960.
La cinta tenía fines benéficos, según recuerda su hija, Diana Bracho, en la conferencia de la muestra; sin embargo, luego de su premier, el comandante del Ejército exigió al presidente la censura del filme, pidiendo incluso que se quemara el negativo, con el argumento que “denigraba al ejército mexicano”; no obstante Bracho consiguió enviar una copia al Festival de Karlovy Vary, donde fue premiada. Su audacia lo condenó a sufrir el ostracismo del medio durante varios años y que su película quedara olvidada. Se decía que no estaba prohibida, pero que no existía ninguna copia.
Fue hasta octubre de 1990 cuando, “por arte de magia”, apareció una copia de la cinta, y Diana Bracho recuerda que las autoridades la invitaron a elogiar “la apertura salinista” que permitía el estreno de la película, cosa que declinó graciosamente.
El filme se exhibió durante cinco semanas en la Sala Gabriel Figueroa, nombre con el que se había bautizado el antiguo cine Ritz, en avenida Yucatán.
La intérprete de El castillo de la pureza y ganadora de tres Arieles se muestra emocionada de poder ver, ahora, la cinta restaurada y en las condiciones concebidas originalmente, “pues es como ver resucitado a su padre”.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.