En una exhaustiva y crítica revisión del cabildo electo en el ascenso de Morena en Pachuca sobresalen las zonas de obstrucción y vacío político que habrá de enfrentar Jorge Reyes Hernández como presidente municipal en la conformación de la estructura del ayuntamiento de la metrópoli capital.
La aguda crisis administrativa y orgánica del ayuntamiento que deja el cabildo saliente, encabezado por Sergio Baños Rubio, presenta una tarea titánica para la operación político-administrativa de Jorge Reyes, quien tiene que renovar e innovar el poder orgánico de un ayuntamiento en crisis, carente de legitimidad social y en el descrédito ciudadano.
Atender a la transformación de la metrópoli capital en el marco lógico del 2º Piso de la transformación y apuntalar al 4º Piso del gobernador Julio Menchaca, impone para el cabildo de Morena una tarea que abre dos frentes políticos: el contrapeso de la oposición y los intereses de control del Grupo Universidad.
En este trazo complejo, tanto la presencia del PRI y del PT son una intrusión política ciega. Generan una maniobra a contracorriente para Reyes Hernández que no debe experimentar limitaciones orgánicas para intervenir en una nueva “idea de metrópoli en desarrollo” que ha dejado claro en los puntos de la estructura administrativa que pretende emprender en su gestión.
Tanto el PRI como el PT se encuentran en el plano de la obstrucción política y juego de intereses con dos expectativas distintas: el PT tiende puentes con la dirigencia del PRI Hidalgo para trazar la recomposición de fuerzas priistas desde la iniciativa de empoderamiento de Carolina Viggiano en el manejo tras bambalinas en el cabildo; en un segundo plano, Veras Godoy ya tiene la misión de renovar la fuerza del PT en la “alianza perdida” con el gobierno de Morena de Julio Menchaca para posicionar al Grupo Universidad como la espada que corta con doble filo en el maquillaje y la infiltración, y navega con doble bandera política en el divisionismo y el control administrativo.
El argumento social del PRI en el cabildo es oponerse a las lógicas de modernización y planeación urbana de Jorge Reyes, haciéndolas pasar como inviables para el poder económico y dinámicas metropolitanas; mientras que en las huestes del PT, Veras Godoy introducirá elementos de infiltración a la arena política en el cabildo, maquillando el apoyo del PT hacia Morena pero en una estructura de propósitos velados del Grupo Universidad que pretenderá imponer líneas de conducción política al cabildo de Jorge Reyes.
Este doble frente de obstruccionismo y juego de intereses políticos en la operación orgánica del cabildo de Jorge Reyes tiene otros vientos en contra.
Las estelas del panismo con Jenny Melgarejo inclinan la balanza hacia la oposición de una derecha sin consistencia como la del blanquiazul que en Pachuca perdió fuerza y piso ciudadano en la administración de Yolanda Tellería, y tuvo un significativo revés político al engrosar la alianza “Fuerza y Corazón por México”. En esta atmósfera el PAN intentará generar una arena política que marque la presencia de recomposición blanquiazul, creando tensiones con el PRI y en un constante hostigamiento hacia Morena.
La escisión partidista en el ayuntamiento que encabezará Jorge Reyes Hernández presenta raíces más profundas y significativas porque también en la estructura de regidores priman intereses personales. Se está jugando la dicotomía de los intereses de grupo y particulares, lo cual es un laberinto escabroso en un momento vital para la consolidación del gobierno de Julio Menchaca en Hidalgo.