La responsabilidad política del gobierno de Julio Menchaca

Para no cometer los mismos errores que el PRI y consolidar el Plan Claudia, el gobierno de Julio Menchaca debe: hacer trabajo de tierra en los municipios que domina Morena y trabajo político en los que no domina, coordinación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, y planeación política para consolidar las estructuras del partido guinda.

La mayoría calificada en el Congreso esboza una etapa de crisis política para la derecha en Hidalgo, que ha quedado relegada a comparsa opositora y se encuentra en un laberinto insospechado que le pondrá la bancada de Morena frente a la mayor parte de acuerdos y legislaciones que se lleven a cabo en la Cámara Baja.

En paralelo, el gobernador Julio Menchaca ya perfila a Andrés Velázquez como el líder de la bancada guinda en el Congreso -salvo que a contracorriente las presiones por pericia y cognitivas indiquen lo contrario-, lo cual adhiere el poderío de una historia política en común entre Julio Menchaca y Andrés Velázquez que se construyó desde el Senado de la República y que ahora presenta un momento de redefinición del Congreso local, sin contrapesos políticos y en dirección al Plan Claudia como prioridad.

En este trazo de control político que se cierra entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en Hidalgo no pueden existir errores de operación política como la pantomima en la que cayó la legislatura pasada en la bancada guinda que quedó a merced del fuego cruzado del Grupo Universidad, por lo que una coordinación de altura se impone, pero la talla de los nuevos legisladores morenistas de Hidalgo se encuentra en duda frente al proyecto del 2º Piso de la 4T.

En estos entretelones, los errores y falencias que ha protagonizado la dirigencia de Marco Rico en el partido guinda de Hidalgo presenta un vacío político que no puede admitirse frente a la reestructuración política que vive el morenismo, que incrementó su presencia política en 54 municipios y que serán el eje de la operación política en las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca, el cual debe debilitar la fuerza del PT y la presencia del GU para garantizar a posteriori que el Plan Claudia logre la continuidad política y extender el poder de la 4T durante tres sexenios.

El gobierno de Julio Menchaca tiene que aprender de la lección del fracaso y crisis del bastión priista en Hidalgo. Los pasos perdidos de la oposición que, inclusive, marcaron la extinción del PRD, son sombras que no puede permitirse la construcción del bastión guinda, que debe interpretar los signos de descomposición política que generaron la debacle del antiguo régimen, por lo que las estructuras municipales y las instituciones de gobierno deben estar monitoreadas en torno al trabajo de tierra que falta por hacer.

La elección del 2 de junio ha quedado atrás. Es el momento para que el gobernador Julio Menchaca le imponga otro capítulo a las Rutas de la Transformación, el cual debe versar en las líneas de acción que hacen viable el Plan Claudia. Sin duda sobresalen:

  1. El trabajo de tierra en los municipios que domina Morena y el trabajo político en los vacíos de poder en los municipios que no domina.
  2. La coordinación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo como premisa de desarrollo de las directrices del Plan Claudia.
  3. La presencia de una planeación política para consolidar las estructuras del partido guinda en presencia y conducción social en Hidalgo.

Estas directrices marcan la responsabilidad política del gobierno de Julio Menchaca y articulan la prospectiva de trabajo en el 2º Piso de la 4T que permitirá prevenir eventualidades, lecciones dolorosas como las que vive la oposición y la consolidación del bastión morenista en Hidalgo.


ARCHIVADO EN:
, , , , , , , ,