La resistencia de Morena sobre la ley contra el nepotismo

Que el Senado haya señalado que la ley contra el nepotismo, impulsada por Claudia Sheinbaum, se aplicará hasta 2030 y no en 2027 como quería la presidenta, es prueba de la división en Morena y deja ver su lado vulnerable al tener personajes que han sucumbido ante esta práctica.

La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, ha impulsado una iniciativa para establecer una ley contra el nepotismo que entraría en vigor en 2027. Esta propuesta busca erradicar la práctica de asignar cargos públicos a familiares o amigos cercanos, promoviendo la transparencia y la meritocracia en el servicio público. Sin embargo, la implementación de esta ley ha generado debates y desafíos políticos, especialmente dentro de su propio partido, Morena.

La ley contra el nepotismo fue inicialmente diseñada para entrar en vigor en 2027 de acuerdo con el deseo de Claudia Sheinbaum, con el objetivo de evitar que políticos transfieran cargos públicos a sus familiares. Sin embargo, el Senado extendió su aplicación hasta 2030, lo que generó controversia, ya que a diferencia del expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien en sus iniciativas no le movían ni un punto, en el caso de Sheinbaum es todo lo contrario, ya que la Cámara de Senadores aún con la mayoría, que en la práctica tendría que cerrar filas con la presidenta, prefiere que sea hasta el 2030. Esta situación ha puesto en evidencia divisiones dentro de Morena, con figuras como Ricardo Monreal y Adán Augusto López mostrando resistencia a la ley.

El nepotismo ha sido una práctica común en la política mexicana, afectando a diversos partidos políticos, como es el caso del PRI con el expresidente José López Portillo, quien, durante su mandato, decidió nombrar a su hijo José Ramón como subsecretario de Programación y Presupuesto y de quien se refirió como el orgullo de mi nepotismo”.

Evidentemente del PRI ha existido una larga lista a lo largo y ancho del país que ejemplifica este mal que no sólo ha carcomido a las instituciones, sino que ha exprimido los recursos públicos que sólo han quedado en manos de un puñado de políticos que se asumen monarcas.

Uno de los escándalos más mediáticos es el de la familia Yunes en Veracruz, quienes se ha servido desde hace muchas décadas del erario público, y es que como ejemplo tenemos que Miguel Ángel Yunes Linares ha ocupado cargos como diputado y gobernador, y su hijo Fernando Yunes, también fue alcalde de Veracruz. Esta sucesión familiar ha sido vista a todas luces como una forma de nepotismo.

En el Partido Acción Nacional también ha existido la práctica de nepotismo, como en su momento Vicente Fox y Martha Sahagún, el propio Felipe Calderón y Margarita Zavala, cuando ella se registró como candidata independiente con todo el apoyo de la circunstancia política que vivía la familia.

Sin duda, el caso de Morena es un tópico susceptible a observación, porque este movimiento que tiene sus orígenes emanados desde la izquierda, siempre críticos y de lucha, se supone que acabarían con esos vicios del pasado y pondrían orden en todo lo que a su juicio se hacía mal.

Pero el caso es que hoy muchos políticos han manchado el nombre de este movimiento, precisamente por no pertenecer a los orígenes ni tener el ADN de este partido que ha derrocado al PRI, al PAN y a todos sus contrincantes; sin embargo, algo ha pasado con este fuerte movimiento que también ha dejado ver su lado vulnerable y de igual forma ha sido practicante de nepotismo en muchas partes del país.

Hay muchos ejemplos, de hecho el más simbólico es que Andrés Manuel López Obrador dejó a su hijo como secretario de Organización en Morena y hasta se ha comentado que él sería el proyecto para el 2030, lo que significaría un duro golpe para la credibilidad del movimiento. Otro ejemplo es el del senador Félix Salgado Macedonio, quien se perfilaba para ser el gobernador de Guerrero, pero por presiones que lo señalaban por violencia y diversos delitos, terminó cediendo la candidatura a su hija hoy gobernadora, Evelyn Salgado Pineda. Aunque él amenaza con ser el próximo gobernador de Guerrero.

Actualmente parece que se ha perdido el hilo de la madeja y han sido tantas incursiones al movimiento guinda que no todas son malas, pero una gran mayoría son hasta peligrosas. Pareciera que ya son muchas capas por encima de las y los morenistas de cepa, por eso se percibe que ha quedado sepultado el grupo que dio origen a este partido y por eso se ven rupturas por todas partes y en todas direcciones.

Lo que le hacen a la presidenta Claudia de no apoyarla para que la ley sobre el nepotismo surta efecto a partir del 2027, es prueba de que hay una descomposición y podredumbre de personajes políticos que jamás debieron escalar tanto ni presumirse de izquierda.


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