Aunque ha transcurrido un sexenio de la izquierda en México y, ahora, presenta la continuidad de gobierno, la fragilidad ideológica y política exige para crear la solidez del Plan Claudia en el 2º Piso de la transformación, la implementación y difusión de pedagogía política.
Es perceptible que las Rutas de la Transformación del gobierno de Julio Menchaca llevan un cometido operativo de doble impacto social: la operación del Plan Hidalgo en la consolidación del bastión morenista y la dignificación de los sectores sociales empobrecidos y carentes de oportunidades de desarrollo.
Ha iniciado la amenaza velada del PT/GU en adhesión en la precaria bancada de la oposición en el Congreso local para enrarecer el clima político y crear incertidumbre social y, con ello, obstruir y demeritar las Rutas de la Transformación.
El cometido de doble impacto social en las Rutas de la Transformación obedece a la toma y ostentación del poder de Morena. Es en todo momento un objetivo de estrategia política que se traza desde el 2º Piso del Plan Claudia, pero debe iniciar una campaña de alfabetización política. Es necesario crear pedagogía política acorde a su ideología y principios de lucha social, que afiance los conocimientos que permitan construir una conciencia y cultura política clara, sin ambigüedades y en pro de la democracia en la ciudadanía.
Intelectuales como Antonio Gramsci percibieron que una fuerza partidista orgánica desprovista de pedagogía política hacia sus bases se encuentra en la fragilidad ideológica y en la precariedad de fundamentos políticos. En los hechos, si analizamos el ascenso de la izquierda en América Latina en proyectos como los de José Mujica en Uruguay, Luis Ignacio Lula Da Silva en Brasil o Gabriel Boric en Chile, el componente de la pedagogía política que se instruye desde sus partidos y fuerzas políticas es la clave de su ascenso.
Por décadas, la cultura política de vasallaje en Hidalgo surtió los efectos del control social de la casta del antiguo régimen. En este predominio, el PRI Hidalgo casi llegó a cumplir un siglo de dominación hegemónica y creó un bastión político sembrado en el caciquismo, la instauración de un sistema de prebendas y privilegios y, desde luego, como señala Louis Althusser “la despolitización social” e ignorancia política como formas de dominación y reproducción hegemónica.
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La despolitización de un pueblo es el cáncer que corroe su cultura política y permite el vasallaje y su dominación desde la ignorancia como estrategia de control social de un poder político hegemónico. |
Por ende, el partido guinda en Hidalgo tiene la tarea expresa de politizar no sólo a sus fuerzas militantes y a la sociedad, si lo que desea es consolidar el proyecto político de la 4T desde la conciencia social. Lo contrario, la nulidad del trabajo de base y social, llevan a las Rutas de la Transformación, a corto plazo, al fracaso político.
Maquiavelo advirtió que los pueblos tienen una memoria laxa, por lo que los desaciertos de un gobierno suelen agigantarse, al contrario de lo que sucede con sus logros. Sin embargo, cuando se construye una conciencia política sólida con principios ideológicos y cognición política, el viento y la marea no suelen despeinar a sus adherentes políticos, porque la conciencia política se vuelve historia de vida y lucha social.
El paso firme de las Rutas de la Transformación del gobierno de Julio Menchaca ha dejado una experiencia gubernamental de balance positivo. No obstante, no son suficientes sin que se planteen instrumentos de pedagogía política que hagan de la conciencia social el verdadero respaldo de los avances programáticos de su gobierno.
La 4T ha cifrado su poder político en los logros de sus avances programáticos en el bienestar social. Ahora, ha llegado el momento de la consolidación ideológica en la cognición política del pueblo, para que el pueblo siga siendo lo primero.
