En la actualidad los partidos que siempre habían estado en el poder atraviesan una severa crisis de la cual les costará salir si siguen manteniendo a las personas que se encuentran en sus dirigencias. Tanto Alejandro Moreno como Marko Cortés se han encargado de meter en un profundo hoyo a los partidos de los que dicen ser “líderes”.
Si bien, ambos partidos ya tenían problemas de legitimidad ante el electorado en el pasado, estos personajes, mediante su mal manejo y toma de decisiones, han provocado que hasta sus seguidores acérrimos se planteen abandonar un barco que está a punto de estrellarse.
Así se ha visto con las recientes críticas que ha recibido Marko Cortés por parte del expresidente Felipe Calderón, este último argumenta que el actual dirigente del PAN es el peor que ha tenido históricamente el instituto político, al igual que Javier Lozano, funcionario de gobierno durante el mandato de Calderón, que tachó a Cortés de cobarde y le sugirió que, ante los malos resultados del partido el pasado 2 de junio, debería presentar su renuncia.
Por otro lado, Alejandro Moreno, pese a lo inútil que pueda ser como dirigente del PRI, de alguna manera logró convencer al Consejo Nacional de su partido a que se modificarán los estatutos fundacionales del mismo para que tuviera la oportunidad de reelegirse para otros dos periodos más, haciendo probable que Moreno encabece el partido hasta 2032; claro, si es que aún existe para ese momento.
Pese a que parecía imposible en algún momento decir esto, en realidad Felipe Calderón goza de tener razón al hablar de la pésima dirigencia de Marko Cortés, no por nada en la actualidad el partido atraviesa una crisis de militantes, rozando el mínimo permitido por el INE para mantener su registro como fuerza política, y aunque a nivel nacional obtuvo algunas gubernaturas y diversas municipalidades, en realidad los resultados obtenidos en esta elección son peores a los que se llegaron en 2018, considerando que en aquel año el partido iba de manera individual y para las elecciones pasadas estuvieron en coalición con otros dos partidos.
Ahora que si hablamos de Alito Moreno la cosa empeora drásticamente. Su falta de personalidad provocó que su partido ni siquiera pudiera colocar a su candidata en la boleta electoral, sus declaraciones absurdas hacia Máynez, su nulo interés por mantener una unidad priista y sus escándalos de corrupción, le quitaron las entrañas a un partido que ya estaba vacío moral e ideológicamente, por lo que es impresionante ver que aún así sus militantes no sólo le hayan permitido modificar la carta fundacional del instituto, sino que es muy probable que lo dejen continuar uno o dos periodos más.
Si bien, es grato saber que estos partidos están al borde del precipicio debido al daño que le han hecho al país, en realidad su reestructuración y presencia es, en cierta medida, necesaria para que nuestra nación no se convierta nuevamente en un totalitarismo donde ninguna decisión es cuestionada, porque pese a que Morena ha realizado diversas acciones en favor de la población de a pie, el intercambio de ideas es fundamental para la conservación de la democracia. A este respecto, o el PRIAN se reestructura para contar con mayor presencia o es muy probable que pronto veamos la aparición de nuevas fuerzas políticas, así como el crecimiento de la futura oposición: Movimiento Ciudadano.
Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.
