La entrega anterior les susurré que mis amigos políticos andan eufóricos con la idea de que AMLO creará un nuevo partido que termine con los lastres y atavíos de Morena, y en esta ocasión les comentaré de la posible estructura.
Manuelovich y el nuevo partido
El peje no suele tener muchas pulgas y tampoco aguante por lo que, como le llenaron el buche de piedritas la mayoría de los morenos, la idea de partido se traza en la conformación de adeptos de todos los institutos minoritarios y en desgracia, como el PRI, más la desbandada de Morena y aquellas agrupaciones gremiales y sindicales que nunca tuvieron representatividad y cabida; sólo que esta vez no podrá ser un movimiento, sino una estructura vertical que no cuestione, condene y agite el agua como lo hace Regeneración Nacional.
El trazo es claro: si amalgama una fuerza de izquierda, populista, centro, evangélica, aliancista y priista, lo que habrá de producir es un mastodonte, un nuevo macrosujeto político que ni los Morena y mucho menos los panistas podrán contener.
El partido quedará dirigido en la cúpula por sus hombres de confianza y generará una lógica de verticalidad renovada, con principios nacionalistas y una planificación acorde al ejercicio público; será una maquinaria de Estado, condición que perdió el PRI ante los apetitos desmedidos de sus dirigentes.
Los hombres de partido
AMLO se asegurará de que los hombres de confianza de la cúpula del mastodonte pejelagarto sean los herederos del nacionalismo de Estado, donde la vanguardia no hace caso a las presiones externas o internas y el discurso del mimetismo, la demagogia y la amalgama logre hacer de la retórica el nuevo populismo nacionalista que ya nos ha mostrado el tabasqueño, por lo que estamos en presencia de una estrategia de amalgama política que se encausará desde el “nacionalismo transformador”.
La letanía del Nacionalismo Transformador
Una idea que obsesiona a AMLO es el resurgimiento épico de la “gloria pasada” del país, donde hombres heroicos y comprometidos con la nación perpetraron grandes cambios, por lo que el trazo del nacionalismo transformador se plasmará desde la Constitución, cuestión que, al estar en el Contrato Social, generará candados que serán vigilados por el nuevo partido en el poder.
¿Quiénes van a valer madres en el nacionalismo transformador? No tendrán cabida las voces críticas, no se podrán sumar los que en alguna medida intenten crear ínsulas o cotos de poder, no serán aceptados aquellos que del sectarismo tribal arrojen luces de mando, por lo que estamos por vivir una era de un mando proclive a la segregación política de todo disidente o disidencia.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
