La mega bandera y la polarización política

La oposición intenta crear una insatisfacción social poniendo en entredicho los alcances del gobierno de Julio Menchaca y creando una reacción ciudadana en base a la incertidumbre de un terror sobre la “amenaza de la democracia” por el control que ahora tiene el gobierno de Morena sobre los poderes públicos.

La alianza política entre Claudia Sheinbaum y Julio Menchaca se presenta en Hidalgo en un momento donde la polarización política está en puerta.

 

Después del paseo de la mega bandera de México por trabajadores del Poder Judicial de Hidalgo, quedan los signos de la polarización política que se esgrime como estrategia en contra del gobierno de Julio Menchaca.

 

Los transeúntes miraban cómo la mega bandera de México era utilizada entre arengas políticas que acusaban a la magistrada Rebeca Aladro de entreguismo político, como al gobernador Julio Menchaca de autoritarismo político. Los pasos de los manifestantes estuvieron acompañados de la beligerancia y llamados a la desobediencia civil, así como en el informe de Rebeca Aladro, cuando trataron de irrumpir violentamente al recinto gritando que los granaderos de la valla de contención los agredían, mientras las imágenes de los medios registraban lo contrario.

 

En este trazo, la polarización política desde la oposición se genera desde una conexión de avanzada de golpeteo político desde las élites económicas de la oligarquía nacional y el rol de sus partidos políticos, que en Hidalgo no pueden pasar inadvertidos: el zafarrancho en el informe de Rebeca Aladro, el paseo de la mega bandera por las calles de Pachuca, así como la formación de la alianza PRIAN-MC+PT/GU como punta de lanza de la contraofensiva política de la derecha.

El gobernador Julio Menchaca debe advertir que las arenas políticas en Hidalgo se encuentran activas y que sus placas tectónicas avanzan para crear condiciones de desencuentro político.

 

Es evidente que la derrota y pérdida de la derecha en México exige una recomposición de sus estrategias y fuerzas partidistas, que hasta ahora no tiene. Precisamente por ello “destruir es más fácil que construir”, por lo que el golpe y choque político es la primera fuente de obtener dividendos de poder, los cuales se disfrazan con maquillajes como el de la iniciativa legislativa de manejo hídrico presentada por Marco Mendoza para Hidalgo, cuando meses antes ya existía como una medida planificada por el gobierno de Julio Menchaca en respuesta a la crisis hídrica.

 

Golpear, obstruir y maquillar.

 

Es necesario develar la polarización política. Desnudar los cometidos ocultos de una oposición atemorizada por la pérdida del control de los poderes públicos, por su ineficiencia política partidista, por las presiones de sus élites económicas y sus nexos con gobiernos internacionales como Estados Unidos, Canadá y España, con rapacidad sobre el suelo de México. El escenario es claro, intentan desestabilizar las acciones de gobierno para recuperar el poder perdido que les permitió por décadas prosperar, mientras la pobreza y la desigualdad son el común denominador en Hidalgo.

 

La lectura de la realidad política en Hidalgo es lineal. La oposición intenta crear una insatisfacción social poniendo en entredicho los alcances del gobierno de Julio Menchaca y creando una reacción ciudadana en base a la incertidumbre de un terror sobre la amenaza de la democracia por el control que ahora tiene el gobierno de Morena sobre los poderes públicos.

 

En esta atmósfera es visible que la oposición no tiene claridad política. Por ello, crear una campaña de terror o, bien, generar presión política desde el paro laboral, el paseo de la mega bandera y la polarización política, son evidencias de una oposición estancada y sin proyecto de conducción social.

 

El gobernador Julio Menchaca debe realizar una discusión política que alerte a la ciudadanía sobre esta estrategia de polarización de la derecha. El mandatario debe cuidar el lenguaje y comunicación gubernamental y exigir a secretarios que tenga ese alcance social para permitir esclarecer lo que sucede en la realidad política en Hidalgo.

 

Es evidente que la fragmentación política de la oposición y su crisis de representación partidista la ha llevado a crear un clima político que intenta enrarecer la comunión del gobierno de Morena con la ciudadanía. La responsabilidad del gobierno de Julio Menchaca en consonancia con el gobierno de Claudia Sheinbaum es perfeccionar la comunicación política con la ciudadanía, para no dejar pasar hechos de gravedad como implican las movilizaciones de la oposición que intentan polarizar a la sociedad.

 

Los proyectos de las Rutas de Transformación del gobernador Menchaca deben resignificar el diálogo político con la ciudadanía. No pueden quedar a título de una asistencia social que no tenga en cuenta la visión de un gobierno que está transformando el uso de la política para dignificar al pueblo.

 

Julio Menchaca no puede perder la visión crítica de la realidad social en Hidalgo.


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