La noche caía en el Senado de la República y Gerardo Fernández Noroña (el mismo que le había reclamado a López Obrador por el respeto al hueso o a la palabra) decretaba que la reforma al Poder Judicial había sido aprobada: “se hizo la voluntad del pueblo”.
Se morían las ilusiones de la naciente alianza opositora en Hidalgo PRIAN-MC+PT/GU. La última batalla por el control del monopolio de la justicia del Poder Judicial que había sido el patrimonio de la mafia en el poder se diluía y, con él, las quimeras de la oposición del antiguo régimen.
En los entretelones políticos de la Bella Airosa el presidente municipal de la metrópoli capital Pachuca, Jorge Reyes Hernández, tomó posesión y reconoció los logros de Claudia Sheinbaum en una nueva era política de la nación, pero poco le duró el gusto, constató los estragos que le dejó la administración de Sergio Baños y de los ayuntamientos del antiguo régimen. Mientras tanto, el gobernador Julio Menchaca le leía la cartilla a la estructura burocrática del Poder Judicial que arengan al paro de labores y que tomaba las calles sin acusar responsabilidad en la protección de la procuración de justicia que exige y tiene derecho la ciudadanía en Hidalgo.
Las estelas de la historia oculta del Poder Judicial en Hidalgo fueron, invariablemente, la historia amarga del amparo de la corrupción del antiguo régimen. Sin embargo, en la microfísica del poder y la Estafa Siniestra no dejan de sorprender los hallazgos del expresidente municipal de Epazoyucan que se integró a la negra lista de la red de malversación pública que sigue destapando la cloaca sobre la precaria impartición y procuración de justicia en el otrora bastión priista del antiguo régimen.
En esta atmósfera se apresta una crisis de dimensiones insospechadas para el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum, que deberá aplicar la ley con un marco estricto para que la oposición no pueda expandir el complot político y las movilizaciones del Poder Judicial que se extienden causando incertidumbre social frente a la derrota en el Senado y la pérdida del monopolio de la justicia que pavimentó los negocitos siniestros y la miel sobre hojuelas de la mafia del poder.
¿Cuál es la lectura analítica del complot político por el monopolio de la justicia de la estructura burocrática del Poder Judicial?
En la teoría de juegos, el “juego de suma cero” hace referencia a que los dividendos o ganancias de un jugador se equipara o, bien, iguala a las pérdidas que experimenta otro, lo que indica que el “resultado cero” implica que uno gana y otro pierde. En este trazo, el complot político es para la oposición del antiguo régimen, por el control de la justicia del Poder Judicial, un juego de suma cero donde impedir su reforma infringe no sólo la pérdida de la procuración e impartición de justicia a nivel nacional, sino lo que es realmente trascendente, la preservación de privilegios, alterar la correlación de la fuerza política de los poderes públicos y salvaguardar la integridad de las élites económico-empresariales.
Historia fallida para las fuerzas del antiguo régimen que ha terminado con la derrota en el Senado, donde Morena hizo bueno el pronóstico de la 4T y el Plan Claudia: “sigamos haciendo historia”.
Clave de la historia oculta
La antidemocracia al sufragio del pueblo
Desde Rousseau hasta Tocqueville, las teorías que hablan del valor de la democracia han señalado al sufragio universal (VOTO) como un instrumento donde la voluntad soberana de un contexto determinado hace valer la voluntad de la mayoría, principio que sigue rigiendo hasta nuestros días en el sistema electoral en México y en occidente (salvo Estados Unidos que gana por colegios electorales en una ingeniería electoral arcaica y matrera).
Es en este escenario en el que nadie discute en México el valor que presenta votar tanto sobre el Poder Ejecutivo y Legislativo e inclusive en la estructura sui generis del municipio. Más aún, no existe una ley válida en México que, a voto de encargo público de elección popular, niegue el ascenso de un servidor público que haya sido electo por voluntad ciudadana, no importando si ha sido ignorante o simulador, actriz o actor, como Vicente Fox, Enrique Peña Nieto o, bien, como la tigresa Irma Serrano o Carmelita Salinas, así como el futbolista Cuauhtémoc Blanco, que llegó a ser gobernador del estado de Morelos (afortunadamente no ganó Alfredo Adame porque hubiera impuesto las patadas de bicicleta en algún bando o legislación).
Inclusive, han existido presidentes municipales que no sabían leer ni escribir, ni cómo atender los problemas (perdón, las “áreas de oportunidad”) de la basura en Hidalgo.
Por ende, ¿por qué la reticencia de la casta del PRIAN, la élite económica-empresarial (en Hidalgo la COPARMEX) y la estructura burocrática del monopolio de la justicia del Poder Judicial por impedir que magistrados y jueces y ministros sean votados por sufragio universal libre y directo?
La respuesta es lineal: antidemocracia como forma de control frente y contra el sufragio del pueblo.
¿De dónde proviene esta postura antidemocrática de la estructura burocrática del monopolio de la justicia del Poder Judicial?
En primer término, se trata del rechazo a la soberanía del pueblo, pero esconde el sistema de privilegios y corrupción que han imperado en compadrazgos, influyentismo, padrinos políticos y una serie de contubernios que permiten perpetuar el encargo. En segundo término, a mercado abierto, es decir, tener que competir con mayores opciones de profesionales dispuestos a engrosar las filas del Poder Judicial, se obstruye el compadrazgo, en influyentismo y los padrinos políticos, por lo cual hay que demostrar que el que es perico donde quiera es verde.
Es evidente que poco se ha hablado de la estructura de la reforma en sus leyes secundarias, cuestión operativa en la que los requisitos para detentar un encargo en el Poder Judicial estarán a la vista de la ciudadanía para que pueda votar por quien lo desee.
La oposición del antiguo régimen ha puesto en duda e incertidumbre el valor de la soberanía del voto ciudadano. Esa, sin duda, es la mayor prueba de la historia oculta del monopolio de la justicia del Poder Judicial y el caballo de Troya de su complot político.
No obstante, Hidalgo vive el esplendor de la derrota del antiguo régimen en el Senado al derrocar el monopolio de la justicia del Poder Judicial. La hora de la verdad ha llegado para las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca: hacer de la justicia, el bienestar del pueblo.