Atrás queda el proceso electoral que en Hidalgo ha producido un impasse en la vida gubernamental y social. En los entretelones inmediatos, la estructura de la procuración de justicia de Hidalgo ya ajusta las pesquisas que darán seguimiento y el escenario de colofón a las investigaciones de la historia negra de la Estafa Siniestra.
La red de corrupción que está bajo proceso de investigación que se generó en la administración de Omar Fayad que, después del Pacto Político con López Obrador, pasó de las acusaciones de traición política de Carolina Viggiano a embajador en Noruega. Esto impuso un esquema político que deslindó de responsabilidad pública al otrora titular del Poder Ejecutivo de Hidalgo, pero abrió, desde las órdenes del gobernador Julio Menchaca, un laberinto de corrupción y malversación pública donde más de 500 millones de pesos eran las estimaciones del primer arqueo y déficit detectado de diferentes desvíos públicos en distintas dependencias y alcaldías de una red siniestra en Hidalgo.
Sin embargo, las pesquisas iniciadas por el gendarme custodio, Santiago Nieto, desde el ascenso del gobierno de alternancia de Julio Menchaca, focalizaron las investigaciones en tres vectores: en primer término, se descubrió un “modelo de desvío de recursos desde las alcaldías”, que se fundaba en la entrega de pagos a empresas de fachada o ficticias, las cuales aseguraban los recursos pero disipaban el anclaje de los mismos; en un segundo anclaje, secretarías de gobierno servían como cadena y vínculos con las empresas fachada, las cuales daban marco al trasiego de recursos para transitar a una tercera fase de irregularidades donde los recursos se filtraban en la “compra de insumos” de diversa índole y programas sociales.
El modus operandi de la Estafa Siniestra se fundamenta en la lógica de la geometría de triangulación de la malversación pública internacional: I. Operación del desvío de recursos y malversación de presupuestos. II. Estructura de instituciones que encubren los desvíos de recursos públicos y III. La filtración de los recursos a través de adquisiciones o programas que se presentan en planes gubernamentales o planificación pública.
En diferentes gobiernos señalados de corrupción a nivel internacional, de acuerdo a Transparencia Internacional en 2023 (Transparency. org), la geometría de triangulación suele estar acompañada de la transferencia de recursos a paraísos fiscales como Islas Caimán o Panamá, donde el dinero inicia un nuevo ciclo de “limpieza” que suele generar, nuevamente, empresas fachada, creando con ello un aislacionismo fiscal que le permite a quienes operaron la malversación crear redes de lavado de dinero y, posteriormente, terminar la operación generando negocios legítimos en países donde el fisco es laxo y no investiga la procedencia de los recursos.
En el caso de la historia negra de la Estafa Siniestra el hilo conductor de la triangulación geométrica no está completo, porque el destino de los recursos no ha sido demostrado, por lo que la pesquisa en 13 alcaldías de Hidalgo no cierra el círculo virtuoso de la concentración del dinero que, desde luego, fue transferido fuera del país.
En una macro estafa como la Siniestra, el flujo de capital que involucra no puede ser desviado a través de prestanombres, es complicado, lento y causa sospechas, además, esto excede las lógicas fiscales que, en el sexenio de López Obrador, desde la UIF, comenzaron a arquear las grandes operaciones de capital, por lo que el destino de los desvíos de la Estafa Siniestra fue fuera de las fronteras del país.
La hipótesis de la triangulación geométrica en la malversación pública se puede dar en torno a sistemas fiscales laxos o en reestructuración como en México, pero tiene límites y cuando encadena una red pública suele generar más de una vía de investigación, precisamente, porque la necesidad de formar una red de desvíos encadena a las entidades públicas que terminan por colapsar en arqueos donde ni la adquisición de suministros y programas sociales puede explicar transferencias millonarias.
La historia negra de la Estafa Siniestra tendrá que dar un giro de 180 grados, desde la óptica de la procuración de justicia y su estructura de investigación. Ahora comienzan las pesquisas en los flujos de capital hacia paraísos fiscales.
