Qué ironía de la vida, él en más de una ocasión pretendió ser del tamaño de Juárez o de Madero; sin embargo, lo que le dejó a los mexicanos es un país destruido en varios rubros de la vida y con una división entre la gente que no vemos un punto de comparación (para mal) cuando menos en los últimos cien años.
Hoy, las estrategias de su sucesora parece que no auguran nada bueno, pues en lo general se ve como una calca del gobierno que tuvimos los últimos seis años y para muestra lo ocurrido en los días recientes, en donde el Poder Legislativo -penosamente sometido al Ejecutivo- aprueba con su ilegal mayoría una nueva reforma a nuestra Carta Magna a la que han llamado de la Supremacía Constitucional.
Los renglones que dibujan de cuerpo entero al gobierno federal 2018-2024 parecen inagotables, sólo por mencionar algunos.
De Pemex, por ejemplo, con un titular sin ningún perfil que pudiera hacer pensar que le iba a ir mejor que en los sexenios anteriores recientes, simplemente fue un rotundo fracaso, con una muy larga lista de acreedores y muy lejos de lograr ser autosuficientes en materia de combustibles, además de su creciente deuda de varios billones de pesos y la nunca lograda autosuficiencia en materia de combustible.
Obras costosas e inútiles como el Tren Maya, que terminaron –eso sí- con miles de hectáreas de selva, que incluye 10 millones de árboles talados en un recuento conservador aproximado, sin olvidar que cuando se anunció el proyecto, AMLO ofreció “no talar ni un solo árbol”. Pero además de la fragmentación de la selva, hablamos de contaminación de acuíferos y la destrucción de cavidades subterráneas.
Otro tema no menos importante del gobierno recién terminado son los enconos alimentados cada día desde la mañanera. Dividió a la gente entre buena y mala, en fifís y pobres, entre conservadores y obradoristas. Los primeros, calificados como corruptos, hipócritas, clasistas, autoritarios. En resumen, todos aquellos que en su momento se atrevieron a criticar su gobierno.
Otro renglón ocupan las agresiones verbales contra comunicadores y que en no pocas ocasiones se tradujeron en agresiones físicas u homicidios, hasta convertir al país en un estado de guerra con alrededor de 40 periodistas asesinados en su sexenio, sin olvidar el atentado contra Ciro Gómez Leyva, por ejemplo.
En materia de salud con una insuficiencia de medicamentos, en donde la súper farmacia o el INSABI son vivos ejemplos del fracaso de un gobierno que había ofrecido ser igual o mejor que el de Dinamarca. Y cómo olvidar la pandemia, cuando México se convirtió en uno de los países con más decesos en el mundo. Alrededor de 800 mil se calcula. Ello sin contar los decesos de niños con cáncer y a quienes nunca les llegaron sus medicamentos.
La estrategia de “abrazos y no balazos” dejó a entidades como Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, Chiapas, Zacatecas, entre otras, sumidas en un clima de violencia que parece no tener fin. Y con cárteles como el de Sinaloa empoderados como nunca. Hoy en día, las cosas con Sheinbaum no están para nada mejores y mientras los legisladores mostraron su tamaño haciéndole un gran recibimiento a Rocha, rechazando cualquier posibilidad de removerlo del cargo por su evidente incapacidad y nexos con el narco.
No debemos olvidar que este clima que padecemos en diversas partes del territorio nacional arrojó alrededor de 200 mil muertos en el sexenio de Obrador, que desde que comenzó y hasta el fin de su mandato, se ufanó del “éxito” que significó su estrategia para combatir este flagelo. ¡Qué tristeza!
Al tratar de equilibrar lo malo con algo bueno, sólo pensamos en el incremento a los salarios mínimos, que gran parte del aumento se lo traga la inflación, pero, bueno, vamos a ponerle una palomita, con todo que para el pequeño y mediano empresario el incremento salarial -sumado a la crisis- le va a llevar muy probablemente al cierre de esta fuente de empleo, sumado a otro tema que día a día crece y que conocemos como el cobro de piso.
Hacemos propio lo escrito en fecha reciente por Sergio Negrete. El gobierno de AMLO se caracterizó por la decadencia económica y la destrucción institucional, le deja un cochinero a Claudia Sheinbaum y no podrá salir a la calle con libertad, porque consiguió la división más tajante posible.
Y sigue Negrete: Dividiste al pueblo de México. Podrás encontrar amor del pueblo, pero de la misma forma el odio más profundo. Nadie será indiferente ante ti y quien finja ese sentimiento es porque te desprecia pero es demasiado educado para mostrártelo. Por el resto de tus días es lo que tendrás.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…Entre nos.
Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.