Tzonpantli
Coyolxauqui prende incienso en un altar a Tezcatlipoca. Quetzalcóatl en el suelo amarrado.
COYOLXAUQUI: Ha comenzado la cuenta regresiva, amado mío. La cuenta regresiva para sumergirnos en el Koyonki. La oscuridad eterna, la que hará posible tu regreso y gobernaremos juntos de nueva cuenta.
QUETZALCOATL: No todo puede ser oscuridad, Coyolxauqui.
COYOLXAUQUI: Cállate.
QUETZALCOATL: ¡También la luna requiere un equilibrio!
COYOLXAUQUI: ¡Cállate!
QUETZALCOATL: Porque el equilibrio…
COYOLXAUQUI: ¡¡Cállate!!
Coyolxauqui lanza una luz a Quetzalcóatl.
QUETZALCOATL: ¡Agh!
COYOLXAUQUI: ¡Di que la oscuridad prevalece!
QUETZALCOATL: ¡No!
COYOLXAUQUI: ¡Dilo!
QUETZALCOATL: Noo… ¡Ahg! ¡No!…
COYOLXAUQUI: ¡Qué lo digas, maldito anciano!
QUETZALCOATL: ¡¡El equilibrio es lo que prevalece!!
Coyolxauqui enfurecida aumenta la intensidad de la luz.
QUETZALCOATL: ¡Agh!
La luz cesa. Quetzalcóatl inconsciente.
COYOLXAUQUI: Eres necio, maldito anciano. Un maldito necio. Pero al final, al final de mi lado estarás. En el Koyonki la oscuridad eterna te absoberá. ¡Mictlantecuhtli! ¡Mictlantecuhtli! ¡¡Mictlantecuhtli!!…
Continúa XXIV
Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".