La evolución del 82%

El claudismo ya tiene rostro e identidad propia en la fuerza política de la izquierda y condensa un proyecto de profundización de las reformas constitucionales y, mucho más significativo, en la consolidación de un bastión de izquierda a nivel nacional.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

Mientras los corrillos de la derecha en México sólo presagian la caída del sistema, la izquierda claudista ha festejado los primeros seis meses de gobierno en la evolución del 82% de aprobación ciudadana de la presidenta Claudia Sheinbaum.

En el diálogo contrarrevolucionario de la derecha, el gobierno de la presidenta Sheinbaum Pardo es la narrativa del fracaso de los gobiernos de izquierda en México, donde todo es un desastre; en fin, un escenario que asemeja al purgatorio y donde el demonio devora las almas de las y los mexicanos.

Empero, en la realidad al desnudo, ¿por qué el gobierno de Claudia Sheinbaum está mucho más prohijado por la ciudadanía que el del Tlatoani tabasqueño?

La respuesta va más allá del punto de meseta política en la campana de Gauss, debido a que la distribución de las preferencias sociales por la gestión de Sheinbaum Pardo han causado un escenario imprevisible para la derecha y sus fuerzas políticas, que se encuentran rumiando su crisis y fracaso político, mientras la izquierda claudista va viento en popa.

Mis únicos y queridos lectores, les expondré algunos de los elementos que son imprescindibles para entender el ascenso del claudismo en México.

Los datos duros de la elección del 2 de junio

Hidalgo le aportó a la campaña de Claudia Sheinbaum un millón de votos y la elección presidencial terminó en los conteos del INE en un dos por uno, es decir, por cada voto que obtuvo la oposición, Sheinbaum Pardo obtuvo dos. Las estimaciones de la izquierda sobrepasaron toda lógica, ya que Claudia Sheinbaum había obtenido un resultado abrumador en la elección del 2 de junio del 2024 y daba un golpe en la mesa de autoridad, legitimidad y credibilidad política.

Del mito al liderazgo político

La derecha se preguntaba en el desconcierto del 2 de junio ¿puede un delfín volar como un águila? Esta pregunta retórica de la casta del antiguo régimen, venía precedida de la ironía mordaz de que Claudia Sheinbaum ejercería en su gobierno el poder tras bambalinas de AMLO, condición que desde la firmeza de mando de Sheinbaum Pardo sobre las realizaciones de las reformas constitucionales, los programas sociales, el empoderamiento de la alternancia política de género y su clara visión de país, ha disipado cualquier especulación política, dejando atrás el mito del poder del Tlatoani para engrosar un liderazgo de arraigo ciudadano.

Del obradorismo al claudismo

Es verdad que el capital político de AMLO prohijó el ascenso de Claudia Sheinbaum y aún la acompaña en su gestión. Ello, debido a que la identidad política que generó el Tlatoani tabasqueño en Morena ha dejado un legado político, pese a que esto no le agrade a la derecha en México. Empero, Claudia Sheinbaum ha creado un entramado de adhesión política que perfiló un poder orgánico en la izquierda: el claudismo.

En este trazo, el claudismo ya tiene rostro e identidad propia en la fuerza política de la izquierda y condensa un proyecto de profundización de las reformas constitucionales y, mucho más significativo, en la consolidación de un bastión de izquierda a nivel nacional.

De la neurosis política a la realidad

La neurosis política que vive la derecha desde su crisis de representatividad ha creado una neurastenia de poder en su estructura, ha tenido que aceptar la realidad de la fuerza y capital político de Sheinbaum Pardo. A la derecha sólo le queda como casta del antiguo régimen tratar de imponer beligerancia política, pero en este proceso ha perdido de vista que operar desde la conciencia política da resultados y a la izquierda la encumbró en el poder.

Más que la continuidad sexenal, un proceso social

Claudia Sheinbaum ha comprendido que la lucha de la izquierda, al igual como lo planteó AMLO, no se trata de llegar al poder y lograr la continuidad sexenal, en todo caso, esto es una meta pobre y precaria en torno a una fuerza social de izquierda que ha planeado la toma del poder como un proceso de consolidación de la conciencia política; este es su éxito prospectivo.

La evolución hacia el 82% de aprobación es sólo el efecto del claudismo en ascenso.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.