La Cooperativa La Cruz Azul negó categóricamente haber aceptado una reunión de negociación con el grupo que mantiene el control de la planta en Tula, Hidalgo, al que calificó como “secuestradores”.
En un comunicado, el grupo empresarial respondió a declaraciones de Guillermo Olivares, secretario de Gobierno de Hidalgo, quien había sugerido una posible mesa de diálogo.
Según el documento, ningún representante de La Cruz Azul ha recibido propuestas formales para una reunión, subrayando que “la ley y las sentencias judiciales no se negocian”.
La Cruz Azul acusó al secretario Olivares de ignorar las resoluciones de los tribunales, que favorecen la recuperación de la planta por parte de sus “legítimos propietarios”.
Respaldando la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien afirmó que “con los delincuentes no se negocia”, la cooperativa insistió en que no habrá diálogo con quienes mantienen la planta bajo control.
Finalmente, La Cruz Azul exigió al secretario de Gobierno que respete el estado de derecho y devuelva las instalaciones a la administración legítima.
Ayer, Olivares Reyna detalló que el proceso de mediación entre las dos facciones que disputan el control de la planta cementera quedó suspendido debido a la ausencia de una de las partes.
Según explicó el funcionario, el representante de uno de los grupos en pugna, Víctor Velázquez, se había comprometido a asistir a la mesa de trabajo en el Palacio de Gobierno, programada para las 11 de la mañana, sin embargo, no cumplió su promesa.
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