En el peor momento llega la “carta compromiso de no represalias” del rector Octavio Castillo Acosta, que no es otra cosa que el refrendo de su compromiso porril con el Grupo Universidad.
La “carta de no represalias” es la declaratoria de criminalización de los universitarios del movimiento REBEL-ARTE. ¿Por qué una institución universitaria en un paro legítimo de actividades estudiantiles tendría que emitir una “carta de no represalias” a la comunidad estudiantil? La respuesta es clara: porque las prácticas porriles en la UAEH no han dejado de existir y no hay garantía de la probidad y respeto universitario, sino una violencia abierta a través de una amenaza “oculta”, anunciada justamente en la “carta de no represalias”.
Los estudiantes en paro no están en contra de la universidad, sino en contra de la estructura porril de los cuadros burocrático-administrativos, de los grupos de choque porril del CEU y de una gama de profesores cooptados que tienen secuestrada a la UAEH. Es por ello que la “carta de no represalias” es la antesala para la intimidación y la violencia que se desatará en contra del movimiento disidente REBEL-ARTE si no deroga la Ley Orgánica, reestructura los cuadros burocrático-administrativos y asegura la gobernanza universitaria de la casa de estudios.
Consideremos la propuesta porril del rector Octavio Castillo Acosta:
1. Anuncia que funcionarios y directores de unidades académicas se abstendrán de represalias o sanciones. ¿Acaso en una institución educativa libre y democrática, funcionarios y directores toman represalias o emiten sanciones por el disenso universitario? ¿Acaso una universidad es un espacio de castigo, como una cárcel? ¿Por qué se les advierte a funcionarios y directivos sobre un proceder que no está en sus funciones ni de jure ni de facto?
2. La intervención de la Defensoría Universitaria para garantizar la no represalia. Es decir, el porrismo es juez y parte del proceso y “custodia” con su defensoría la no represalia; esto es como cuando se castiga a un preso, pero se le dice que tiene derechos humanos.
3. Establecer un mecanismo para procesos extraordinarios para recibir quejas de actos de represalias. Medida de juez y parte, como cuando Enrique Peña Nieto instruyó a Virgilio Andrade en la Secretaría de la Función Pública para que lo investigara; es decir, una llamada a misa.
4. Apertura de la Defensora Universitaria para atender las quejas y denuncias que puedan surgir contra el alumnado. ¿Por qué tendría que haber quejas en contra del alumnado? La redacción del documento evidencia las añejas prácticas porriles de violencia y destapa el hecho de que la Defensora Universitaria no está abierta a las quejas, y al exigir su apertura evidencia lo contrario.
¿De qué son culpables los estudiantes disidentes de REBEL-ARTE que requieren ser protegidos desde el porrismo del rector Octavio Castillo Acosta que es juez y parte?
La “carta de no represalias” del rector Octavio Castillo Acosta es un despropósito que intenta encubrir el golpe que asestó al gobierno de Menchaca Salazar al sacarlo de la mediación y es un mazazo descarado de sometimiento violento al movimiento estudiantil REBEL-ARTE, que una vez que conceda y disuelva el paro quedará a merced de la violencia porril.