La carga negra que lleva a cuestas el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum de los resabios del antiguo régimen exige la reflexión sobre el imperativo de planear para prospectar, condiciones imprescindibles en la marcha del gobierno de alternancia de Julio Menchaca en Hidalgo.
En este trazo lógico de los avances de la 4T, una de las reflexiones de forma y fondo que ha indicado Miguel Tello, titular de Planeación y Prospectiva del Gobierno de Hidalgo, sobre la estructura administrativa y operativa gubernamental, estriba en la disposición y reconfiguración de las estructuras institucionales y el staff de una burocracia que debe insertarse en un plano de relaciones causales relevantes que permitan que la respuesta gubernamental genere impactos de estabilidad social.
En este sentido, la inclinación de Miguel Tello a no dejar nada a la improvisación se une a los eventos recientes de previsión sobre la guerra de los aranceles que intenta contener la gestión de la presidenta Sheinbaum Pardo que, a contraflujo, debe remar con la carga negra del antiguo régimen y con el frente de beligerancia internacional del gobierno de Washington de Donald Trump. Planear para prospectar son vectores de una misma sintonía en el gobierno de Hidalgo en la armonización con el gobierno federal frente a los devaneos beligerantes de Estados Unidos.
El análisis crítico de la dicotomía planeación y prospectiva, va más allá del plano administrativo del ejercicio de gobierno en Hidalgo. ¿Qué hay detrás de las previsiones en la que está incursionando la Unidad de Planeación y Prospectiva en la administración de Julio Menchaca?
El flujo de inversión pública y privada, nacional y extranjera directa a Hidalgo es un ejemplo de que la gestión del gobierno de Julio Menchaca ha diseñado en un trazo de creatividad gubernamental los mecanismos idóneos desde su Unidad de Planeación y Prospectiva, para ramificar acuerdos, impulsar las vocaciones regionales, apoyar el emprendedurismo empresarial, y el equilibrio de las condiciones económicas y sociales en el plano de las macro obras que ha iniciado el gobierno de Sheinbaum Pardo en Hidalgo.
Quitando las etiquetas de lo efectuado en el gobierno de alternancia de Julio Menchaca, se han presentado eventos que no eran parte de la causalidad de la conducción gubernamental, de los cuales sobresalen:
I. La carga negra de la Estafa Siniestra
A título de la entrega del Oscar, la Estafa Siniestra merece una mención aparte en la carga negra de los resabios de corrupción e impunidad del antiguo régimen, condición que a temprano inicio de la gestión del gobernador Menchaca Salazar abrió un frente desde la procuración e impartición de justicia que no ha concluido y que es, sin duda, uno de los mayores lastres públicos en la historia de Hidalgo.
II. La carga negra del huachicol
El trasiego del huachicol ha sido uno de los puntos nodales y preocupaciones de la gestión de Julio Menchaca, porque su artera distribución delictiva no ha dado tregua y tiene más de una ramificación de contubernios a flor de piel.
III. La carga negra del éxodo e infiltración política
Frente a la desbandada de las fuerzas de la derecha, la gestión del gobierno de alternancia ha tenido que bregar con el éxodo masivo y defecciones del antiguo régimen a las estructuras de gobierno, donde está en juego la lealtad política que se requiere para fortalecer un gobierno que se prodiga en la proximidad ciudadana y el bienestar de las y los hidalguenses.
IV. La carga negra de la contrapolítica
No obstante al éxodo y la infiltración política, el gobierno de Julio Menchaca ha tenido que articular diversas respuestas a la obstrucción gubernamental del PRIAN Hidalgo, el obstruccionismo de golpeteo del Grupo Universidad, los paralelismos del Grupo Plural Independiente, los desatinos de cooptación del PT y la oscuridad de maniobra del Partido Verde, por citar una estela directa, más la correlación de fuerzas de los esquemas de infiltración política.
Estas inconsistencias de la carga negra del antiguo régimen explican dimensiones y resabios que intentan obstruir la planeación y prospectiva del gobierno de alternancia de Julio Menchaca que, a todas luces, no elude la incertidumbre política que esto implica.
La carga negra del antiguo régimen es el rasgo distintivo de la antidemocracia política que intenta nulificar su planeación y prospectiva.
