El giro digital como instrumento de golpeteo y ofensiva de la derecha en México perfila una nueva faceta política en las redes sociales que, en Hidalgo, han generado tendencias confusas en la interpretación online de sucesivos ataques al gobierno de alternancia de Julio Menchaca.
La guerra de la desinformación juega a nivel digital un componente de “beligerancia psicológica” que ataca a las fibras sensibles de la ciudadanía frente al flujo informativo que pretende desorientar y distorsionar la veracidad de las acciones públicas. Frente al incremento de una campaña negra digital en contra del gobierno de Claudia Sheinbaum, la presidenta ha señalado que las pruebas empíricas aluden a que pese al financiamiento de campañas mediáticas y de uso digital en redes sociales, no pueden trastocar el empoderamiento de la ciudadanía que ha respondido fortaleciendo su programa de gobierno.
El escenario de la campaña negra digital también se ha movilizado en Hidalgo, con flujos intermitentes de ataques y episodios de desorientación informativa. Esta condición devela una práctica conocida como “intoxicación social”, donde los flujos de información se usan para golpear objetivos diversos de manera intermitente, cuestión que se presenta de acuerdo a la recepción que genera un algoritmo que se utiliza de manera segmentada para crear ataques políticos. Si en una semana los ataques se focalizan en materia de seguridad, el algoritmo develará el incremento o decremento de las visualizaciones o seguimientos, afianzando la campaña negra a la zona que resulte más vulnerable, en este caso la seguridad pública.
Es necesario revisar el comportamiento mediático en relación a las tendencias digitales.
La intoxicación social se adhiere a la sensibilidad de las zonas vacías de inconcreción de la tarea pública o en aquellas donde la respuesta no ha sido constante y se ha visto desfasada por la demanda de la ciudadanía.
En el caso concreto de la campaña negra digital, es una estrategia política de las fuerzas de la derecha que se mueve en dos niveles:
I. Propaganda digital blanca
Las críticas a las estructuras de gobierno se hacen de manera “constructiva”. Aquí, el lenguaje utiliza verbos como “mejorar”, “avanzar”, “fortalecer”, “ejecutar” o “cambiar”, todos para advertir que la construcción de la respuesta gubernamental carece o adolece de alcances en la satisfacción de las necesidades sociales. La bancada del PRIAN en el Congreso local suele utilizar este tipo de lenguaje en contra de Morena, tratando de advertir que los errores políticos tienen impactos sociales, lo cual puede ser veraz, pero no en el contexto de una campaña negra digital.
II. Propaganda digital negra
Este es el recurso habitual de golpeteo que la derecha ha instalado desde que perdió el poder en 2018 y ascendieron los gobiernos de izquierda. En este trazo se oculta el origen de la información y sus flujos están “huérfanos o fantasmas”, es decir, no son efectuados a título de ningún personero de la oposición. La información huérfana o fantasma tiene una naturaleza de manipulación que no corrobora la fuente o fuentes que emiten la información. La campaña negra digital en las redes sociales en Hidalgo, devela que los flujos de información se convierten en un vector de agitación social y pretenden desestabilizar los vínculos sociales, creando enemigos directos y potenciales.
Detrás de la campaña negra digital existe un núcleo profesional de golpeteo, el cual es mercenario y es utilizado como instrumento mediático de agitación e incertidumbre. La conexión con estos grupos mercenarios de la información digital, lo mismo se ha presentado con hackers que con interventores de redes sociales, los cuales vierten flujos de información no veraz y crean “hilos” de mensajes e imágenes que suben y bajan de acuerdo al peso que registra la frecuencia social del algoritmo que identifican.
Para contrarrestar la campaña negra digital la presidenta Sheinbaum Pardo ha apelado a la conciencia crítica de la ciudadanía que no debe dejarse engañar. Ello requiere una postura de contraste político que afiance la realidad de las acciones que lleva a cabo el gobierno y que pueden ser consultadas y arqueadas en los espacios oficiales disponibles.
La campaña negra digital es una estrategia que irá en ascenso por las fuerzas de la derecha. Sin embargo, la saturación por contraste de un concepto, no termina como la fábula de Pedrito y el lobo. Analíticamente, su final generará desde el gobierno de Claudia Sheinbaum los anticuerpos que extingan los virus políticos de conflicto y descrédito social que la derecha pretende instaurar.
