La batalla por el Poder Judicial (Parte IV)

El Peje tiró por tierra infinidad de juicios que se presentaban al Poder Judicial para preservar los privilegios de particulares, muchos de ellos apócrifos que, habitualmente, tenían ganancias millonarias a costa del erario público, el Peje creó otra historia y las chachalacas callaron.

Hidalgo y su colindancia con el Estado de México, que hoy forman parte del macro acuerdo de trasiego de agua y preservación de mantos acuíferos para el desarrollo y protección humana, ya tenía reminiscencias y expectativas en la visualización de una integración metropolitana con el Distrito Federal cuando López Obrador fue jefe capitalino. En los hechos, visualizó el potencial de la Base Aérea de Santa Lucía y acarició el proyecto de construir un aeropuerto internacional, mucho antes que el antiguo régimen proyectara Texcoco; condición que hoy empuja al macroproyecto del tren AIFA-Pachuca.

 

El primer desencuentro con el Poder Judicial

 

Durante la gestión como jefe capitalino, López Obrador logró disminuir los índices delincuenciales. La Cámara de Comercio de la Ciudad de México reconoce que, durante el gobierno del Peje, el índice de robos al comercio pasó del 28.4% al 18.1%, el más bajo en diez años. De igual manera, de 654 delitos diarios disminuyeron a 586, es decir 21% menos. Estos datos mandaron un mensaje claro a la procuración e impartición de justicia: un gobierno honesto hace buen gobierno. El Poder Judicial comenzaba a sentir la sombra del pejelagarto. Desde entonces, el ahora presidente, tiene otros datos.

 

El zarpazo del tigre Azcárraga

 

A contracorriente, Televisa impulsó una campaña de especulación sobre la inseguridad, lo que instaló programas como Duro y Directo, que mostraba la nota roja queriendo hacer pasar lo mismo al gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas que al de Andrés Manuel López Obrador como fallidos en materia de seguridad pública, al coro de la canción contra la delincuencia “chico malo, chico malo, chico malo”. Sin embargo, esto no despeinó al Peje y, por el contrario, debido a los resultados obtenidos por los gobiernos de izquierda en el DF, ahora, la Ciudad de México se constituyó como el bastión de los gobiernos que pasaron del sol azteca a los chalecos guinda en la gubernatura de la Ciudad de los Palacios, en “la región más transparente” como diría el escritor Carlos Fuentes.

 

De la sequía al gobierno de Morena

 

El peregrino de Tabasco perdió las elecciones contra Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Tanto en la contienda con Calderón y Peña Nieto, la izquierda se desdibujó y no tuvo una propuesta clara. No obstante, la revancha del Peje se daría al grito de no a la mafia del poder, la corrupción y la impunidad y, por fin, en 2018 se convertía en presidente de México. Atrás quedaban las penurias del Plantón por la Democracia, de los fraudes electorales y de la guerra sucia.

 

La maquinaria del Poder Judicial

 

En los entretelones de la oscuridad del poder del antiguo régimen, el Poder Judicial jugaba un papel de control de privilegios en favor de intereses particulares, donde confluían empresarios, clase política y amigos del sistema. Juicio que iniciaba un particular en contra del gobierno de la Ciudad de México, juicio que ganaba. El Peje tiró por tierra infinidad de juicios que se presentaban al Poder Judicial para preservar los privilegios de particulares, muchos de ellos apócrifos que, habitualmente, tenían ganancias millonarias a costa del erario público, el Peje creó otra historia y las chachalacas callaron.

 

Los contubernios judiciales del antiguo régimen

 

En 2001, el entonces Senador del PAN, Diego Fernández de Cevallos, un abogado hábil y temible, era representante de “Jugos del Valle” y en un juicio logró que la Secretaría de Hacienda pagara a esa empresa por concepto de devolución del IVA, mil 400 millones de pesos; la actuación del Poder Judicial estuvo ausente y la Hacienda Pública terminó pagando una restitución injusta, pero legal.

 

Este tipo de casos, durante el gobierno de López Obrador, han dado marco a la probidad en el pago de impuestos de empresas como Wall Mart y Grupo Salinas, que han tenido que pagar lo que antes disfrutaban al amparo de la impunidad judicial. La UIF anda tras alcaldes y estafas siniestras.

 

El choque de trenes

 

Así como se echó a andar el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, el peregrinar de López Obrador, ya siendo presidente, lo acercó al estado de Hidalgo, primero con el entonces gobernador Omar Fayad y, posteriormente, con el actual gobernador Julio Menchaca. Hidalgo cobraba notoriedad y el bastón priista temblaba para dejar su lugar a Morena, que vio en la derrota a la gubernatura de Carolina Viggiano, el esplendor de la alternancia política, mientras Omar Fayad despegaba del aeropuerto internacional Benito Juárez como embajador en Noruega.

 

Las 20 reformas y Sheinbaum

 

El planteamiento de las 20 reformas no tenía vuelta de hoja para AMLO, al que ya no le apodan el Peje o Pejelagarto, ahora, se escucha cabecita blanca y las chachalacas han volado. Las pensiones de los adultos mayores, las becas a los jóvenes y estudiantes, los programas sociales, la estabilidad del peso y la fallida Reforma Energética que detuvo el PRIAN, no detuvieron a la Guardia Nacional que experimentó la crisis del “Culiacanazo”, la captura del Chapo y los chapitos y el reciente escabroso caso de la aprehensión del “Mayo” que no fue en mayo sino en agosto y que no se sabe si se lo llevaron o andaba de parranda en Estados Unidos.

 

La elección más grande para una dama

 

El proceso electoral del 2 de junio infringió una derrota definitiva al PRIAN y al huésped, PRD. Morena llegaba para quedarse y Claudia Sheinbaum se convertía en la primera mujer presidenta en 200 años de emancipación republicana.


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