El lobby político de la oposición en Hidalgo se encuentra maquinando las formas de infiltración que posibiliten “reorientar” la toma de decisiones que se presenten desde el Poder Ejecutivo y su trazo concreto en el Congreso local, donde el perfil de Andrés Velázquez -brazo derecho de Julio Menchaca- no presenta elementos vastos para la conducción política, propicia un escenario de vacío de poder cuando es necesario integrar al Congreso local a las lógicas de transformación del 2º Piso de la 4T y consolidar el proceso de autonomía política del gobierno de Julio Menchaca en el juego de pesos y contrapesos en el nuevo esquema de empoderamiento de Morena.
La discusión de fondo estriba en el control del gobierno de Julio Menchaca en la Santa Trinidad del poder: gobierno, congreso y partido.
La racionalidad de la mayoría calificada en el Congreso de Hidalgo impone una reflexión de fondo. La autonomía política del gobierno de Julio Menchaca se debe centrar en la construcción de un dominio que articule al Poder Judicial y Legislativo como el soporte de las grandes realizaciones que debe emprender Hidalgo. Para este propósito no basta con lo realizado en las Rutas de la Transformación, porque la oposición política entrará en una fase obstruccionista que se dará en la composición de un trabajo de infiltración frente a la imposibilidad de contar con el peso y capital político para hacer frente al bastión político que debe construir Morena en Hidalgo.
Los signos de obstrucción política que se han perfilado por la oposición después del 2 de junio oscilan en tres frentes:
I. El terror político en el imaginario colectivo
La primera maquinación que ha creado la oposición para obstruir el gobierno de Morena Hidalgo, se ha trazado en el descrédito político en la construcción de estereotipos fantasmas que intentan alterar e inquietar la percepción social centrado en “el gobierno comunista”, “el fin de la propiedad privada” y “la pérdida de la libertad y la democracia”. Condiciones que Carolina Viggiano perfiló antes, durante y después de la contienda electoral y que hoy persisten en comentarios y argumentos en contra del gobierno de Julio Menchaca.
II. Infiltración política como práctica de obstrucción gubernamental
Dentro de la misma bancada de Morena Hidalgo en el Congreso local, el conocimiento político e ideología de izquierda no se presenta como una fortaleza de conducción social. La bancada guinda en Hidalgo no cuenta con personeros de peso y cognición política importante, por lo que, ante sus carencias de conducción social deberá ceñirse al trazo y directriz que marque el gobierno de Claudia Sheinbaum y de Julio Menchaca. Esta cuestión es imprescindible para guiar la conducta de diputadas y diputados, los cuales no presentaron dentro de sus campañas la cultura política que debe estar a la altura de la transformación en el segundo piso de la 4T, debilidad no menor a la hora de trazar una legislación de vanguardia política y social e impedir la infiltración política.
III. La incertidumbre política como herramienta de descrédito
Una de las primeras acciones que ha realizado la oposición ha sido atacar con el descrédito económico, que hizo que Claudia Sheinbaum tuviera que tranquilizar los ánimos del Consejo Coordinador Empresarial que amenazaba con sacar capitales e inversiones del país, inclusive, con la amenaza del cierre de fuentes de empleo que incidirían en la depresión del mercado laboral. Es de observarse que esta cuestión ha sido atendida por el gobernador Julio Menchaca que trazó durante la elección del 2 de junio un acercamiento con el CCE Hidalgo, aprovechando la ruptura que Carolina Viggiano sembró en plena contienda electoral con el máximo organismo empresarial.
Estos tres vectores de reacción e incertidumbre política de la oposición, apuntalan la verdadera estrategia que es la infiltración del Poder Judicial y Legislativo en Hidalgo para posicionar cuadros que “desvíen y controlen” la toma de decisiones del gobierno de Julio Menchaca.
Está en juego la autonomía política de Julio Menchaca, la cual puede sufrir frente al manejo de la incertidumbre y resentimiento social en el que ha perfilado su estrategia de infiltración política la oposición y que frente a los vacíos y debilidades del Poder Judicial y Legislativo en Hidalgo son la punta de lanza del poder tras bambalinas de las fuerzas del antiguo régimen y los grupos políticos como GPI, GU y los partidos satélites.
Como indica el viejo adagio ¡sobre aviso, no hay engaño!
