Las calamidades nunca vienen solas y los estúpidos tampoco.
En un momento álgido donde la migración en Hidalgo y a nivel nacional ocupa uno de los escenarios de reflexión y discusión sobre la correlación entre el peso de las inversiones norteamericanas en México, la relación bilateral y las agresiones del gobierno de Donald Trump en una atmósfera de amedrentamiento hacia el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, el magnate Elon Musk que ya engrosa desde su encargo de Eficiencia Gubernamental en Estados Unidos una acusación directa sobre el gobierno de Sheinbaum Pardo de que se encuentra vinculado a los cárteles de la droga en México.
Lo absurdo y ridículo de esta acusación estriba en que la ignorancia del staff de Donald Trump, incluido él, es de tal magnitud que dentro de su xenofobia y postura de criminalización hacia México, la serie de acusaciones se ubican en un plano de hostigamiento político en la relación bilateral que, día con día, sufre los vaivenes y veleidades abiertas contra el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En este trazo de calamidades y atrocidades de la política norteamericana, Hidalgo se apresta a implementar acciones de inserción de los migrantes, que de acuerdo al director de Atención a Migrantes de la Secretaría del Bienestar, Manuel Aranda, ya presupone un flujo de deportaciones que habrá que atender en apego a las necesidades de los connacionales y en respeto a sus derechos humanos.
La brutalidad de las declaraciones de Elon Musk estriban en que al término de un acto que presidió realizó el saludo nazi, condición que le dio la vuelta al mundo y presentó al desnudo la filiación política fascista que tiene, cuestión que después de su apología de manera cobarde la negó ante los cuestionamientos de los medios internacionales.
Con lo que no contó el magnate de Silicon Valley es que las imágenes quedaron impresas en diferentes medios electrónicos y que fueron simultáneamente analizadas a nivel internacional, cuestión que impide cualquier negacionismo político al respecto.
La característica central de la política internacional del gobierno de Donald Trump radica en que es a todas luces un refractario neoconservador que intenta golpear a gobiernos más débiles y se ha unido a todos aquellos políticos y gobiernos del mismo corte que abren sus fronteras a los requerimientos políticos y económicos de Estados Unidos. El caso concreto de Javier Milei, presidente de Argentina, alecciona este diálogo entre neofascistas.
Para el análisis crítico, nos encontramos en una era donde el conservadurismo norteamericano de Donald Trump se inserta en un neopopulismo neoliberal, donde el uso de la maquinaria de Estado está concebida para amedrentar desde las presiones políticas y económicas desde un uso veleidoso de la economía de mercado a nivel internacional.
La cereza del pastel de la política internacional del gobierno de Donald Trump, la condensa el autoritarismo político de una visión centralista del poder, donde el continente se ha vuelto el espacio extraterritorial de Estados Unidos, por lo que el slogan de “América para los americanos” ya perfila el apetito de opresión del nuevo gobierno de Washington.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
