Pese a que este proceso electoral es el más grande de la historia nacional y se juega el continuismo de un proyecto de alternancia política de ruptura con el antiguo régimen, para la ciudadanía no significa el umbral hacia la certidumbre y la confianza en sus futuros representantes.
Según diversas fuentes, en las últimas seis elecciones a gobernador en Hidalgo se ha experimentado un decrecimiento en la participación ciudadana. Sin duda, el abstencionismo es el mayor reflejo del descrédito de la política y la clase que la abandera; sin ir más lejos, la llegada de Morena al poder en la entidad estuvo marcada, de acuerdo con datos del INE, por el 54.1% de abstencionismo, cifra escalofriante que expone los claroscuros del proceso electoral en puerta.
Los factores que explican en Hidalgo el ascenso de la antipolítica como respuesta de defensa ciudadana van más allá del proceso que arrojó como ganador al actual gobernador, Julio Menchaca Salazar; tienen que ver con las desigualdades sociales en un estado de contrastes dramáticos, los cuales están presentes en las propuestas de campaña de las y los candidatos de la partidocracia hidalguense.
México es uno de los países del mundo con menor adhesión ciudadana a los partidos políticos. Esta realidad se debe al abandono social que mantuvo el antiguo régimen y la degradación de la política, lo cual a su vez explica el abstencionismo como un fenómeno de rechazo social que motiva la antipolítica.
El CONEVAL, en torno a la medición de la pobreza en 2020, marcó la cifra total para Hidalgo del 50.8%, prácticamente el mismo porcentaje de abstencionismo en la pasada elección a gobernador. ¿Coincidencia?
La democracia en Hidalgo no es un tema predilecto en los escenarios sociales, debido a que no es identificada como un fenómeno político que le da voz y visibiliza a la ciudadanía como soberana del poder del Estado; sin embargo, explica el ascenso de la antipolítica en este proceso electoral.
El nepotismo, la concentración política de los puestos de poder y la falta de trabajo en favor de la ciudadanía son los factores que le restan crédito a las candidaturas, pues no reflejan una renovación política ni un mejor porvenir. Las mismas caras y las viejas prácticas persisten y vaticinan el futuro de Hidalgo.
La fragilidad de las transformaciones sociales de los pasados gobiernos en Hidalgo y la nulidad de oportunidades económicas han sido el telón de fondo que, en la desigualdad y asimetrías sociales, tienen a la pobreza y a la miseria como las hijas pródigas de la antipolítica.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
