La sucesión gubernamental en Hidalgo en 2028 se ha convertido en tema obligado después de que la reforma de alternancia política de género le abriera la puerta a la postulación de Carolina Viggiano Austria, lo que perfila un escenario político escabroso para las fuerzas de Morena.
El reciente encuentro en Palacio Nacional entre el cuerpo diplomático donde compareció el exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, y que dejara todo tipo de especulaciones en la mesa sobre su posible incorporación al gabinete de la presidenta Sheinbaum Pardo, permite escudriñar el encontronazo de fuerzas que ya plantea la oposición para tratar de regresar como el Ave Fénix a suelo hidalguense, donde fue bastión político por más de nueve décadas.
En este escenario, se recrudecen los espacios de inserción política de las fuerzas políticas del antiguo régimen, por lo que la ventana de oportunidad que condensa la reforma sobre alternancia política de género, que posicionaría un cuadro de movimientos políticos sin precedentes para la siguiente elección presidencial de 2030 y las elecciones concurrentes y las no concurrentes, dará paso a un esquema ampliado de estrategias de la derecha en México, que se encuentra en vilo frente al control de los poderes públicos de Morena y el marcado ascenso de la popularidad de la presidenta Sheinbaum Pardo en el país.
Analíticamente, la reforma de alternancia política de género es una caja de Pandora que ha hecho posible la recomposición de aislacionismo político en el que se encontraba la derecha en México. Empero, las fuerzas del antiguo régimen deben actuar con la destreza que hasta ahora no han tenido en el ajedrez político para poder asestar el mazazo (como diría el poeta Octavio Paz) desde las sombras del poder y aprovechar esta coyuntura política inmejorable.
Observen queridos lectores este entramado de quiebre político.
La investidura simbólica de la primera presidenta en la nación, Claudia Sheinbaum, no puede pasar desapercibido para las fuerzas de Morena que, al igual que el resto de la partidocracia del sistema político, no suelen contar con cuadros femeninos en sus escaños de dirigencia, por lo que la reforma de alternancia política de género impulsada por la presidenta Sheinbaum Pardo se erige como una caja de Pandora que habrá de suscitar sorpresas en los engranajes políticos del país.
No es aleatorio que en el partido guinda una mujer, Luisa Alcalde, sea quien dirija los destinos de la operación política del Plan Claudia al interior de su partido. Más aún, es una jugada maestra de fuerza política femenina que debe cobrar dividendos de empoderamiento nacional.
El sentido de gabinete paritario en el gobierno de Sheinbaum Pardo es un elemento ampliamente inteligible en la estrategia de empoderamiento de Morena en el poder y ha trascendido a todos los gobiernos estatales que controlan la fuerza política morenista en el país. Se trata de una estructura de vertebración femenina sin precedentes y ello implica un cambio en la realidad política y sus imaginarios de consolidación del proyecto de la 4T.
Nos aprestamos al ascenso político de una fuerza de alternancia femenina inédita en el planeta y, si la oposición no se sube a este barco, definitivamente habrá de naufragar.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.