Después del primer artículo con el que decidí colaborar para Effetá, el hostigamiento de ciertos compañeros en el Tribunal y la advertencia de que rescindirían mi relación laboral si se descubría que soy quien le da vida a este personaje, hicieron que por un momento me alejara de escribir. Pero luego recordé que desde que nacemos estamos condenados a no durar, que nada es para siempre, ni siquiera nosotros. Y aquí estoy de nuevo, añorando, como muchas compañeras juzgadoras, que estas líneas sirvan para modificar la administración de justicia, que dista por mucho de ser la mejor en el país.
Imaginen ustedes que existen decisiones que, previo a que sean tomadas por nosotras como juzgadoras, fueron ya resueltas no sólo por nuestra presidenta, sino por el propio encargado del Despacho de la Procuraduría General de Justicia en el estado.
Si me cuestionan jerárquicamente qué opinión pesa más ante el Ejecutivo en turno, basta con ver los eventos públicos del Tribunal de Justicia, donde el centro de atención de los reporteros no es nuestra presidenta, sino el encargado, quien por cierto es queretano. Su poder abrumador no sólo es frente a ella, sino también frente al propio gobernador, y esto se demuestra en Twitter, donde las publicaciones de dicho funcionario pueden conseguir hasta 800 reacciones de “me gusta”, contra las apenas 20 que logra reunir el Ejecutivo del Estado, originando que se adelante a publicar en sus redes las resoluciones que ni siquiera han sido sometidas a nuestro escrutinio.
Citaré un ejemplo de cómo se ha infravalorado nuestra autonomía como juzgadoras: si eres asignada para resolver la situación jurídica de un detenido, antes de comenzar la audiencia inicial ya recibiste no sólo la instrucción de cómo hacerlo, sino qué medida cautelar imponer y, para que te apegues a sus indicaciones, te hacen llegar toda la carpeta de investigación para adelantar tu resolución, que distará de ser la que más se apegue a Derecho.
La indicación es muy clara para todos los juzgadores: “A todos aquellos que hayan sido afines al gobierno saliente y que están relacionados con cualquier carpeta de investigación, al momento de resolver su situación jurídica tienen que imponerles la medida cautelar de prisión preventiva justificada”. Pero si se trata de quienes ayudaron a que la cuarta transformación llegara a Hidalgo, entonces basta con que invoquen una enfermedad para que, en audiencias que duran menos de quince minutos y ante la nula oposición de las partes, les cambiemos la prisión preventiva justificada que les impusimos en audiencias que duraron más de 10 horas y que “los de la anterior administración” ordenaron que usáramos nuestros mejores argumentos para justificarla y ahora tenemos que modificar por arrestos domiciliarios para que estos personajes puedan irse a seguir operando políticamente desde sus domicilios.
Imaginen que en esta nueva administración nos han ordenado mantener en prisión justificada al posible responsable de haber perdido las concesiones de Radio y Televisión de Hidalgo -tema administrativo- y poner en libertad al que, bajo los influjos del alcohol, privó de la vida a una persona, ya que goza de la benevolencia del magistrado administrativo sobre el que escribí en mi anterior colaboración. Con esto se ejemplifica que ¡la cuarta transformación va, y va en serio!
Otra muestra de lo anterior son nuestras instalaciones, que antes lucían los colores de la bandera nacional y ahora se visten del color guinda que se ve plasmado en todas y cada una de nuestras resoluciones.
Carpe Diem.
“Vive tu día como si fuera el último.”
Por: La Jueza Enmascarada
“Me encanta la franqueza de una mujer enmascarada".