En Cuautepec existe un clima de incertidumbre y miedo, pues por las noches se escuchan balaceras y automóviles pasando a muy alta velocidad, sin que autoridad alguna intervenga para investigar los hechos de los que la población es testigo.
Causa incertidumbre que la presencia policiaca sea marcada pero a la población le despierte una sensación de mayor inseguridad, pues parece que los defensores de la ley provocan más miedo y desconfianza, por obvias razones.
Denuncia la ciudadanía que por las mañanas la policía realiza operativos, pero se sospecha que por las noches los huachicoleros siguen ordeñando ductos, sin que ninguna autoridad muestre interés en el tema o siquiera investigue.
Aún más alarmante resulta que los habitantes señalen al exalcalde, Gerardo Olmedo, como el patrón de los negocios turbios en el municipio, así como que sea el posible mandamás en la región desde antes de que la noticia del huachicoleo acaparara planas estatales y nacionales.
También se indica que dicho “empresario” es socio de Ernesto del Blanco y, por tanto, de Francisco Olvera Ruiz, lo que daría una idea de por dónde vienen los golpes mediáticos y qué clase de ratas está encabezando el huachicoleo.